domingo, 25 de diciembre de 2011

Merry Christmas, Happy Holidays... ¡Feliz Navidad!

Si mi vida pendiera de una cosa, escuchar tu nombre o leer tus cartas sin sonreír... estaría muerta al instante.
 Lectores míos, quiero desearles una maravillosa & muy festiva -y atrasada- Navidad & bueno, ¡lo que viene!, un año nuevo próspero & bueno & respiren profundo antes de hundirse nuevamente en el eterno, profundo & misterioso mar que es la vida. (:
Les dejo unas fotos bastante random de lo que fue esta semana y creo que prácticamente éste mes.
Todas tomadas por mi en diferentes locaciones... hmm, si. Ojalá les agrade, es un post algo personal y a la vez no.
Podrán ver algo más allá de lo que escribo.
Casi todas son adornos de Navidad (:










lunes, 19 de diciembre de 2011

Not strictly here, bound and lost somewhere far just hoping for tonight to pass and for tomorrow to arrive.

Agotada, exhausta como nunca, dejó el libro, se detuvo, cerrando sus ojos, sintiendo su cabeza ligera flotar en su cuerpo.
Suspiro, decidida a abandonar el libro por completo, recargandolo boca abajo sobre su estómago.
Levantó la vista, mirando el hueco de entre el pequeño cuarto, esa ventana transparente tan cerca, a un metro de su cuerpo; se estremeció de reparar en una corriente suave pero demasiado fría que le había estado tocando todo el rato y finalmente había conseguido su atención.
Su cuerpo reclamó con una sensación incómoda, sus ojos se cerraron y aún así, entre la débil luz de la lámpara colgando del borde de la cabecera que ya no más bañaba las hojas ligeramente avejentadas de su libro.
Ya ni siquiera podían lastimarla, su mente estaba ya lejos, muy lejos de donde ella se encontraba recostada.

Sus ojos miraban en la distancia, perdidos entre la profundidad de las estrellas. No estaba ahí, ni su mente, ni razón, ni hablar del corazón. ¿Qué esperaba? Ah, era interminable aquella noche, se hacían eternas las ansias de dejar eso detrás, un día más cerca del futuro.
¿Qué cambiaría? No, esa no es la pregunta. '¿Qué no cambiaria?'
En sus sueños, sus altos ideales: absolutamente todo. Su amplia mayoria.
¿En la realidad? No mucho. Lo sabía, se lo aseguraba y esperaba mentirse, mentirse al decirse que no era cierto que nada cambiaría, mentirse al no aceptar que lo deseaba de forma inentrañable.
Mentirse de cualquier manera.
Y poco a poco, aún mirando a través de la ventana de cristal enmarcada en un metal a la medida, como era su alma en un cuerpo que crecía en su compañia, miraba las estrellas, aquel eterno manto oscuro sosteniendo y atando la luz de cada brillante... ¿idea? ¿sentimiento?
¿Qué si las estrellas eran sentimientos?
Que si eran personas atadas, atadas tanto tiempo y con tanta fuerza que han olvidado sus deseos de querer escapar.

Respiró profundamente, sus pulmones tomaron más de lo creían poder, nuevamente una distorsionada imágen en su mente y poco a poco, esas bellísimas estrellas que no sabía si eran ideas, sentimientos o sencillamente gases explotando a una distancia irrelevante.
Poco a poco estas estrellas golpearon la ventana, dejando el rastro de la lluvia por detrás, lluvia, gota por gota, humedad.
Pronto ni siquiera era agua lo que se veía a través del cristal, eran diminutos copos de nieve, bolas de algodón suaves, de apariencia tentadora, acogedora y fría, helada como el último respiro.
Cálido a la vez.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Strangers, familiars and feelings unknown.

Tan solo me preguntaba: ¿qué estabas pensando?
Lo peor es que no parece una pregunta de aquellas donde jamás consiguiría una respuesta, es en cambio una pregunta donde la respuesta la llevo en mi interior, cargandola por todos lados, todos los días y solo pretendo ignorarla.
Hasta que ha subido demasiado, cada esquina donde de vuelta, ahí está y en el patio y en la radio y...
Y debo aceptarla, un segundo he de parar y su suplica escuchar.


Estoy incómoda con ustedes, jamás creí que rostros tan familiares se tornaran tan extraños y desconocidos en una semana así como, extrañamente, un rostro tan desconocido se siente familiar.
Es verdad, cada palabra tiene sentido y razón, me siento... ¿rechazada?
Ah, ni siquiera lo sé. Siento que me han hecho del lado y en ese espacio diviendonos, ha crecido un abismo, un hueco que ambos lados han necesitado llenar.
Creo que por el historial que he tenido contigo, mi buena amiga, me niego a olvidar todos esos momentos donde en el silencio podía fluir una antología completa, un código en un lenguaje que solo nosotras somos... éramos capaces de comprender.
Pero ahora no. Ahora los silencios son solo silencios y tus huecos también se han rellenado con vehemencia e insistencia.
Él. No sé, ni siquiera creo reconocerlo pero para mí, para mi el no tiene valor -¿cómo habría de tenerlo si jamás lo has mencionado?- no tiene relación y ante mis ojos, él es la razón por la que me marco aún más distante.
Él es parte de este otro mundo paralelo del cual no comprendo nada, donde mis visitas en vez de placenteras son más bien un martirio.

De mi parte, ella y él. Ah. Ella es diferente, si, lo sé, su carácter será más dificil de comprender y por esto, asemeja el mío y le hace fácil de llevar.
Él. No sé si hay más dicha o más desgracia en mi ser por él, por que él significa tanto para mi, incluso si lo hace de una forma extraña, incomprensible... eso es lo triste, lo desgraciado, lo es incomprensible para ti porque me has quitado la oportunidad de decirte el porque de que.
Aunque supongo que yo tampoco la he buscado con esmero.

Quisiera decir que no soy la clase de persona que se rinde, que esta sensación puede ser como la anterior, puede que este distanciamiento tan frío que nos he dado de nuestra amistad, puede que todo vuelva, en un punto, a la normalidad.
Pero está este otro lado, donde no veo ninguna solución, donde siento más cercanía de mirar a este muchacho a los ojos con una sonrisa que de mirarte a ti, cuando los meses se han unido desde el día en que me volví familiar a ti.
No sé, no quisiera abrumarte con estas sensaciones que se han hecho de mi pero sabes lo imposible que me es tan solo ignorar las cosas, siendo tan lantentes como el calor de una llama, tornandose en una herida o el frío demasiado helado, donde simplemente has dejado de sentir.

Los cambios se han hecho, las oportunidades se han presentado.
Hundirse se da con mayor fácilidad, sin deseos de ninguna de las partes. ¿Salvarse? Si ambas partes muestran interés en rescatarle, no existe fuerza más grande para salir adelante.

viernes, 11 de noviembre de 2011

What can be done with a passive heart?

Él se sentó a su lado y ella se limitó a dejarlo quedarse ahí, parecia que a el ni siquiera le interesaba saber si contaba o no con su atención puesto que ella hacia obvio el hecho de que no le preocupaba atenderle.
  Paseaba la mirada de un lado al otro, acomodando sus brazos sobre el cemento y recargando su mejilla sobre sus brazos, mirando al lado, mirando a la gente y aún, escuchando muy vagamente las palabras del muchacho.

Y ahí estaba, en el corredor del piso inferior distinguió de inmediato la figura del jóven y atractivo muchacho, sus ojos se abrieron ligeramente, una sonrisa fue reprimida mordiendose el labio aunque pareciera que lo hiciera de forma coqueta frente al chico que le acompañaba, él era la mínima razón de esa sonrisa.
Todo era culpa del chico que le gustaba.
¿Su nombre? Realmente no lo sabía, tan solo lo había mirado un par de veces y había encontrado la forma de su cuerpo, su cabello y su rostro demasiado atractivos.
Y eso no significaba que no le hubiera gustado conocer su nombre pero no se atrevía a algo más que mirarle a la lejanía, donde aún existían ambos, ella, encantada por sus andares y él, ajeno e ignorante del gusto que le daba a ella el mirarlo.

Ahora, él era un chico alto, le llevaba quizá media cabeza, 8 centímetros tal vez, de tez pálida y de cremosa apariencia, cabello corto y un tanto dejado a crecer, de modo que lo más largo alcanzaba cercar sus orejas y éste, además, era de un castaño claro, cobrizo, mieloso, algunos incluso le dirían rubio pero a ella le desagradaba la descripción. No era lo suficientemente acertada, vaya bobería.
Sí era él, rubio, entonces era yo, de cabellera azulada, no castaño oscuro/negro.
Ya comprendeís.
Él también era bastante delgado, vestía con sencillez, playeras y jeans, en ocasiones las playeras mostraban los huesos de su espalda, donde su delgadez se dejaba mostrar.
Su rostro, era un rostro ovalado de barbilla ancha y labios más amplios que el resto de las facciones de su rostro, una nariz recta y ojos castaños, siempre detrás de unos lentes bastante hipsters, con marcos negros y de forma casi cuadrada.
¿Qué no le hallan el atractivo? Pues ella sí.
No me malinterpreten, no es como que mi corazón olvidara latir de tenerlo ante mis ojos- pensó, enfatizando ese detalle.
De hecho, hacía tiempo que había olvidado esa sensación, últimamente su corazón sólo latía.
Nada más.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Reflection.

Estaba sentada, las piernas colgaban sobre la parte externa del edificio, desde el segundo piso casi a última hora. Ella estaba sentada, moviendose de lado a lado casi de forma imperceptible, al ritmo de una canción que era su única barrera contra el mundo, contra los ruidos y murmullos excitados de sus compañeros de clase.
Cabe mencionarlo, es un tanto de una persona solitaria. ¿Es molesto? No, incluso, en ocasiones, el problema era la compañia.
Por eso, ella, sentada con las piernas en un hueco del asiento de concreto, se vió sorprendida e incluso incómoda de sentir que alguien le cubría la vista con sus manos, presionando y jalando a la vez, ambos auriculares de sus oídos.
-Eh, ¿qué haces?-preguntó de mala gana.
=Uy. ¿Quién soy?- respondió una identificable voz masculina que parecía insistiente.
-Molesto.
Escuchó la risa del mismo locutor; insistente y divertido.
=Tienes una segunda oportunidad, ¿deseas usarla?
-No, deseo que me sueltes- respondió ella, moviendo violentamente la cabeza, tanto que se golpeó la barbilla con el concreto.
Eso no lo ponía a quien fuera, en su lado amable.
Ella se giró, inclinando el cuerpo y mirando el rostro familiar, dueño del de la voz desconocida y con una mano, sobándose donde recién se había herido el mentón.
En cuanto a él; se habían conocido a penas el fin de semana, en una fiesta. Él se había mostrado interesado desde el primer momento pero no estaba en sus sentidos -por buenos o malos que fueran- y la pregunta era, ¿acaso debía reparar en la atención que le daba cuando ni siquiera recordaba su propio nombre?
Bueno, no. Y quizá tampoco estaba tan perdido y aunque en su momento la había hecho sentirse halagada por sus atenciones, ahora se sentía más bien incómoda, había esperado el fin de semana que sus 'pasiones' se desvanecieran con una dolorosa y eterna resaca matutina.
Había esperado en vano, según parecía.

martes, 8 de noviembre de 2011

Sidetracks.

A veces me siento tan increíblemente perdida, como si hubiera estado todo el día en el sol, imaginarán la calidez, la sensación en mi piel.
Siento que cerré mis ojos por un segundo y me robaron el sol y en su lugar está el frío glacial, mi piel reseca, mis mejillas y cuerpo adormilado.
Literal.
Me sentía... no bien, si no, estable. Me sentía estable y ahora repentinamente me siento molesta, lo noté hace rato, molesta, confundida. No quiero tragarme a nadie en absoluto.
A nadie excepto a quienes quiero.
La risa de mis mejores amigas me alivia de ese frío, incluso cuando no desaparece, se retracta con fácilidad, se olvida en la sombra de su luz.
Y no hay nada como las palabras de él. Cuando estoy con él, como esté, sé que el frío no desaparece, ni siquiera se retracta, sencillamente está ahí pero el me acepta con él y me abraza.
Repentinamente, el frío no me importa en absoluto.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Respuestas no a elección, si no que te fueron elegidas.

Ayer me hacía una pregunta sobre una persona que pudiera amar todos mis defectos. Mis defectos en especial.
No sé ni porque me lo pregunto, yo he podido hacerlo, eso no lo hago solo por ignorar sus defectos, si no que los acepto y los considero una valiosa parte de alguien a quien quiero.
Pero alguien quería darme una respuesta.
Y me la dió con una pregunta:
   ¿Hay un fundamento a través del cual uno puede llevar a cabo su vida entera?
Si, el amor al prójimo.

Si el prójimo es el ajeno, el otro, que de alguna parte es un yo...
No sé donde estés, ni de que forma llegarás pero sé de tu existencia, de tu vida. No te sucederá nada dramático y te quedarás en el camino, en el algún punto, hemos de coincidir.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Sometimes the answer is NO but other times, the answer is, NOT yet.

Hoy estaba considerandolo, repasando las palabras que había escuchado hacía unos días antes: alguien amará tus defectos, tus virtudes, tu forma de ser y le gustará más que a ti. Eso lo aseguro.

No sé como has podido 'asegurar' aquello.
¿Qué si en mi existen más vicios que virtudes? 
No, realmente no tengo bases para no creerme esas palabras pero sencillamente me parece difícil creer en la existencia de una persona así.
  

jueves, 3 de noviembre de 2011

It's about this itch only he can scratch.

Necesito volver a mi zona de comodidad. No, no me importa saber si no me he alejado demasiado, necesito volver a tener, a disfrutar de los efímeros detalles, los diminutos que me hacen reconocerme, los que evitan que me torne en un desconocido cualquiera.

La distancia te hace más daño a ti que a mi. A mi, me hace remarcarte mi rudeza, mi hostilidad. No sé como se interponen ambos, sentido y desequilibrio, en un conjunto incomprensible.
A ti, sencillamente te hace pensar que lo has perdido todo.
Por esa única razón comenzaré con aquello.

Parecería un detalle tan tonto que ni siquiera le presté atención pero tiene sentido. No, ¡enserio!, tiene sentido; sentido de pertenencia.
Jamás te he aclamado como mío, eres humano, mortal, con límites y barreras, virtudes y defectos pero debo recordarte, el saber esto no me quita las ganas de decirte que para mi, eres perfecto.
Cabe mencionar, me he desviado del tema principal, pertenencia.
Lo admito, por primera vez, el día anterior, tres o dos días atrás, tal vez, no sé, lo dije por primera vez: Te quiero y te quiero conmigo.
En todos los sentidos.

No me quebraré la cabeza cual niño buscando la forma de partir abierto un huevo de pascua sin herir el cascaron, hoy no.
Hoy lo acepté, que te deseo, te quiero y necesito conmigo y junto a mi.
¿Qué si podría dejarte ir? No sé, comprende, no es un tema de redundancia.
Sólo mi afecto, mi cariño ante tus ojos mielosos, incluso si es el único rasgo que me sé de memoria. Lástima pero mis dedos prometen recordarte por completo ante la primera oportunidad.
Tu fragancia, tus miradas, el sonido de tu risa. Lo recordaré, me negaré a olvidarlo al escucharlo, al mirarlo, al presenciarte de nuevo.
Pero hoy, tan sólo hoy conseguiré dormir de hacertelo saber, jamás consideré la posibilidad de esta embriagante sensación por quererte, conmigo y nada más.

Comeback.

No sé como pero estoy de vuelta, sin promesas, no sé si será temporal o permanente. Estoy aquí y le he hecho algunas remodelaciones al diseño, algo un tanto más navideño, cálido.
Así lo veo yo.
Esperaba poder borrar las entradas anteriores pero creo que las dejaré ahi, una tras otra de las nuevas espero les remplazen, prometo detenerme un día de estos a leer.
Es bueno estar de vuelta, no sé porque, no importa cuantos blogs me haga, este originó todo.
Game On.

domingo, 18 de septiembre de 2011

NEWS.

Hoola! Heello everyone.
No sé si sera oficialmente pero quería informarles que me he creado una nueva cuenta, un lugar donde empezar desde cero pero digamos que a penas va empezando.
Me encantaría que me ayudaran a darle el visto bueno, quizá lo he comenzado en inglés pero a petición podría quizá, hacer un blog bilingüe (?)
Ojalá gusten acompañarme! Aunque espero igualmente no abandonar este blog.
Les dejo la liga! Los espero por allá!


Igualmente les comparto el link de mi TUMBLR.


¿Alguno tiene TUMBLR? ¡No duden en dejarme su link & me aseguraré de pasarme a mirarlo!

sábado, 18 de junio de 2011

Hollywood Tower Hotel: Welcome to the Twilight Zone.

{Relacionado con el juego temático que se encuentra en los parques Disney,
todos sus derechos junto con los de Twilight Zone.
Una de mis atracciones favoritas.}
Tengo miedo. ¿Creeras que tengo miedo?

Le tengo miedo a algo que antes esperaba. Antes esperaba una hora de la noche, miraba el cielo en espera del atardecer, que solo anunciaba la llegada de una cosa.
Tu llegada.

Mira como me has cambiado, sé que la única manera de olvidarte será recordando lo que era. Lo que hacía. Quien era... pero demonios, ¿quién era yo antes de tu llegada?
Sí algo había olvidado era el miedo y al parecer, lo he recobrado solo que ahora, es un miedo diferente.

Es una mezcla de miedo, de vacio en mi estomago. Algo que vives cuando te lanzan al vacio, como en un juego, cuando incluso aunque sabes que aquel cinturon te sostiene, cuando sabes que al final volverás a tu lugar, sientes ese vacio en tu estomago, donde no existe nada más que una mezcla de emoción, miedo y esperanza.
Cuando se acerca la noche, esa sensación se apodera de mí.

Primero viene el miedo. El nudo en la garganta, el dolor, el sufrimiento. ¿Seré capaz de soportar una noche más donde me ignores? Donde me olvides. Donde dejes muy claro que no existo más en tu memoria, donde sí alguna vez fui parte de tu vida, me has eliminado por completo.
Enseguida viene la emoción. Conforme se acerca la hora, como cuando ves cerrarse las puertas en el juego, donde empiezas a dar marcha atrás, enseguida vendrá el espejismo. El sueño donde espero verte, donde la luz verde este encendida.
Donde creo que algo puede cambiar.
Finalmente llega la esperanza. Me lanzan al vacio. Donde el reloj de arena da vueltas y el tiempo del juego comienza, no queda nada más que esperar que me recuerdes, que ese sentimiento persista.
O al menos, que el cansancio se apodere de mi cuerpo y me rinda ante mis sueños; 'No soy flojo, duermo mucho para soñar contigo'
No sé a ciencia cierta si duermo para olvidar o para recordar, al menos por ahora, lo hago para poder sobrevivir a lo que resta de la noche.
Ahí termina el juego y ánimada, fascinada, al bajar, me he vuelto a formar.

viernes, 17 de junio de 2011

Backwards, Forward, Inwards, Outwards.

Fue un error. Fue un error terrible el volver, sin haber abandonado mi corazón por detrás.

He vuelto. He cambiado. He crecido.
He aprendido.

Será una mera alusión el decir que me he convertido en una rosa. No es para tanto. Pero aquel botón que temía florecer, finalmente ha abierto sus alas.
Y disculpen que mencione tanto a las flores.

Es solo que, de alguna manera había considerado las cosas, creo que lo hice de forma incorrecta. 'Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde' ¿Te suena familiar?

Todo este tiempo, creía que era yo quien perdía las cosas. ¡Tonta, tonta, tonta! ¿Cómo puedes perder algo que jamás ha sido tuyo?
Es cierto. Yo era la única que prometía un mañana y un pasado y un año después. Tú siempre te límitabas al momento. No puedo perder algo, no puedo perderte si jamás te he reclamado como mío.
Pero entonces confío en que aprenderas. Me extrañarás.
Jamás dijiste que eras mío pero yo perjuré que yo te pertenecía.
Y creo que me estas dejando pasar.

Jamás se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.
He conocido gente que ha tenido peores y lamento mucho el tener que viajar tan lejos para descubrir que ni siquiera he comenzado a intentarlo.
Sí ellos han podido sobrellevarlo.

No te olvidaré hoy, ni mañana, ni dentro de un año. Ni dejaré de amarte en el mismo periodo de tiempo.
Pero juro que no seguiré intentandolo cuando quieres algo más..
Y sí es así, creo que entonces ambos hemos de sufrir.

jueves, 16 de junio de 2011

People do belong to each other.

Queridos lectores:

Primero que nada lamento mis ausencias, lo sé, no soy la blogger más constante que existe.
Es que el problema ha sido que desde hace como mes y medio, una hermosa semilla dió frutos en el jardín, una oportunidad.
Entre los rosales crecieron las rosas y entre estas encontré espinas.
¿Debería agradecer la presencia de las rosas y sus espinas o detestar que las espinas esten en las rosas?

De nuevo me refiero a ti; ¿tienes idea de cuantas entradas, ideas, pensamientos, lágrimas te he dedicado?
Ya no sé que hacer, no lo comprendo.
Sí está en mi naturaleza rendirme, ¿por qué aún no me rindo contigo?

Sé que tenías miedo de mi ausencia. Yo por mi parte, no temía, no creí que las cosas fueran a cambiar. Estaba emocionada, alcanzar el sueño, tocarlo, acariciarlo. Vivirlo.
Creía que sí me querías demasiado, lo suficiente, como siempre lo mencionabas, me esperarías.
Prometiste hacerlo.
¿Entonces porque no he recibido aquella bienvenida?

Desde el inicio todo fue mal. Contigo. Te molestaste cuando te lo dije, ni siquiera me has explicado porque. ¿sabes que dolió?
Egoísta. Eres un egoísta. No sé que me consideras, no sé como me valoras. Ni siquiera sé si lo haces.
Soy un humano, incluso cuando esté atrapada detrás de un horrendo cristal, incluso donde mi voz sean letras mudas pero ¡sabes que el sentimiento jamás pudo ser más sincero, más apasionado!
¡Jamás te mentí! Por mucho que ni siquiera me lo creas. Soy yo, así soy. A veces mala, a veces grosera, altanera, orgullosa. Romántica y melosa hasta el olvido. Sensible y libre.
Y ni siquiera tenías que atraparme para que yo decidiera levantarme sobre tus hombros, aferrarme entre tus brazos.

No soy una persona física. ¿Y qué? No puedo tocarte. Lo sé, al inicio me ha costado bastante aceptarlo. Sé que quizá eso no pueda ser suficiente por siempre pero, ni siquiera hemos comenzado como para dejarlo terminar.
Aunque ahora creo que necesitas algo firme, algo material y táctil. Algo que puedas acariciar con tus dedos.

¿Incluso cuando yo, invisiblemente he tocado tu corazón?

No sé ni siquiera como llamarte. Me importa poco si dices que te molesta que me disculpe, me disculpo. Disculpame por quererte como lo hago, por ser honesta. Por aceptar y caminar para romper esas limitaciones. Por ser paciente y esperar. Por cerrar los ojos y dejar de buscar.
No creí que fuera necesario.
Pero sí eres egoísta, por no creerme. Sí dije que estaría contigo, lo haré hasta que deje de hacerlo. ¡Sí eso fuera tan siquiera posible!
Ahora no sé que pensar, extraño contigo ¿verdad? No sé que quieres, no sé que debería querer yo misma.
No soy una persona ni lógica ni racional y en mi mundo de anormalidades, tu y yo eramos un conjunto normal.
Como la noche después del día, como el agua, como la tierra. Palpables, existentes. Hermosos.
Era tuya, de tu pertenencia y ni siquiera lo pediste. Bravo, ahí fue donde he errado. Por hacerme pasar de alguien cuando ni siquiera, ni en tanto tiempo, he sabido sí tú deseas lo mismo.
Pertenencia. Cariño. Mi amor.

sábado, 28 de mayo de 2011

Stop crying, my love.


Years and years, fighting. Trying so hard to get through every day, every hour, every minute.
Lost in a huge battlefield where every step you made, it made your life tremble.
You learn how to play. You know the difference between soil and sand, between a dream and reality.
Until you don't know it anymore.
Yes, you're always gonna be careful with every step but, you're confident about your troops. Team.
Friends.
I've seen them fall, I saw you falling. I ran.
I held you, held you so tight. I held on you the way you were holding to life.
Love.
Unavoidable, as magnificet as seeing how the battlefield became smaller, as we left memories behind, as whenever we turned back, we were brought back to reality. To us. To then.

As time went by, the enemies were forgotten, the battles won, the fight was over but, we were soldiers. We are soldiers.
Grew up in a battlefield, how could you teach someone to stop fighting?
It's instinct and It means survival.
How can you tell someone to stop surviving?
To me, it had to be the right person.
You had to come up to me, holding me in your arms, by then, I was sure I knew love, I was sure you'd never tell me a lie.
You told me my armour was useless and, as I watched you walk away, I knew you were right.
My fight was over.

Maybe it was about time to look for new frontiers. Look beyond. Dream of tomorrow.
Dreaming wasn't was hard as making a dream come true. Looking beyond, you taught me well.
But you never told me about looking back.
Until you were gone.
Until I was way too far to even see you. Until I was too confused to even know where to walk.
Stranded. Alone. Heartbroken.

domingo, 15 de mayo de 2011

Until your lips bleed.

Felicidades.
Honestamente no sé ni siquiera que debería escribir al respecto, tan solo quiero hacerlo.
Quiero recordarme a mi misma que un año no marca una eternidad, que un año no me encarcela en el olvido.
Yo no te he olvidado... ¿acaso tú sí?
No sé cuantas veces he pensado que lo hacías. Me he... no, me han atormentado, me han hecho pensar que fue producto de mi imaginación.
Te confieso que en mi última visita, mientras miraba el edificio color durazno y la enorme puerta azul, me sentía diminuta, me sentía extraña... solo podía pensar y preguntarme: ¿qué diablos hacía allí?
Visitaba. Visitaba a dos personas que quiero demasiado.
Eso fue suficiente para hacerme armarme de valor y convertirme en el intruso de aquella propiedad.
Pero no fue solo una sonrisa de tu parte la que me hizo sentirme bienvenida, si no que fue ese algo en tu mirada...
Siento que te preguntabas lo mismo que yo, cuando me mirabas de reojo o fijamente a los ojos, con incredulidad marcada en tus ojos, ni siquiera escondida, ni camuflajeada.
Estaba ahí, presente. La sentía.
Tus ojos castaños me miraban y me preguntaban.
¿Acaso te has olvidado de... nosotros?
Ni siquiera sé si es la palabra adecuada, fuimos un secreto, una mentira entre tanta gente... pasamos desapercibidos.
Pero no, no me he olvidado de 'nosotros'.
Me parece una ilusión, un sueño, una fantasia.
Tal vez no es muy sano decirlo de esa manera, pero no espero que nadie comprenda. Me gustaría que lo hicieran, pero, no tiene sentido.
Ni siquiera para nosotros.
Solo sé que eso, esa amistad que tuvimos, esa amistad que de alguna manera es amor... solo sé que eso, entre otras cosas, fue mi salvación.
De ninguna otra manera habría podido levantarme, me habían azotado contra las rocas, hundido en la perdición.
Así que sí, te quiero.
A ti, a tu recuerdo, a nuestra memoria.
Jamás serán sillas vacias, no del todo, no por completo... al menos ayer no lo eran, ni hoy... seguramente, mañana tampoco.

Green eyes.

No es posible, había olvidado todo ese... 'encantado' había olvidado todo.
Y hoy tenía que recordar.

He caminado miles de veces junto a las personas, mirando a cada una; algunas me miran, otras me ignoran y todas, se van.
Ese es el ciclo que las cosas deben cumplir.
Pero mientras hoy caminaba, veía gente y los veía alejarse de mi, entre lo que era una ola de personas, distinguí una cabeza, el castaño cabello despeinado, la piel palida, demasiado palida.
Se me congelo el corazón mientras veía a ese chico alto y flacucho andar por ahí, con una camisa blanca rayada...
Y lo peor, se acercaba hacía mi.
¿Ahora? ¿Debía correr? ¿Debía seguir andando?
Y todo volvió, todo.
Ver tu rostro enrojecer ante los comentarios de nosotros, la sensación de mirar tus hermosos ojos verdosos a la distancia, a la cercanía, cuando orgullosa y altaneramente pretendías ignorarme y discretamente te detenias y me mirabas fijamente.
Las frías mañanas a la sombra de la noche con su oscuro velo, cuando a penas entrabas y alzabas la mirada hacia mi, esperabas encontrarme y lo hacías, venías hacía mi, a paso lento, se sentía en el aire la tensión y después, pasabas a mi lado, rozabas tu hombro contra el mío, tus dedos casualmente rozaban los míos, pero tus ojos jamás abandonaban el frente.
Creo que suspiraba en silencio, esas mañanas eran nuestro secreto, así como las miradas, la manera en que uno seguía al otro, en que nos acompañabamos...
Se me hace muy dificil pensar que incluso los últimos días fue así, cuando la gente se había olvidado de nuestra historia y nos ignoraban, cuando ambos saliamos entre clases y nos sosteníamos del marco de la puerta, la mirada fija en el otro, en silencio, sin decir nada.
Era tonto como presumias, como intentabas comprarme con tus logros, jamás entendiste que eso no era necesario, que yo te queria demasiado, te queria como eras.
Todos tus actos tenían sentido, cada movimiento, cada mirada, cada pensamiento y cada mentira.
Pero un día lo perdió todo, creo que me tomo tiempo descubrirlo, quizá tu dura mirada sobre mi fue lo que me costo aceptarlo, pero, aquella vez, por los últimos días, cuando me detuve en plena escalera, espalda contra la pared, libro abierto.
Me perdía entre las palabras, entre las hojas, entre la historia y levanté la mirada para verte a ti, esos ojos verdosos pero grices, tan grandes, tus espesas pestañas oscurecian tu mirada, tus labios se partian y me miraban, parecían dejar ir el recuerdo de palabras que jamás dijiste, que jamás dirías...
Eras hermoso.
Eras apuesto, eras... más que eso, tenías un valor que no era plenamente físico. Me encantaban tus ojos, tu piel que parecía querer contrastar la luz del sol, siempre me cegabas, me sorprendias, me atarantabas. Tus pobladas cejas, tu nariz perfecta, tus pecas, tus ojos, tus labios, tus facciones graciosas, tu cuerpo tan delgado...
Todo tenía sentido, tuvo... aquella vez que levanté la vista del libro para mirarte, no veía más que el rostro hermoso de un desconocido, de un sueño y una ilusión.
Ahí abri los ojos, para ver a ese joven pasar pero de nuevo, el rostro era totalmente desconocido, efectivamente, no eras tú.

Escribo porque te extraño, pero es una añoranza diferente, es como extrañar un juguete de la infancia, uno que ni siquiera recuerdas pero tienes una foto donde sales con él.
Tu eres el niño que me acompaña en una foto, pero desconozco tu paradero, desconocía tus sentimientos.
Creo que quizá tampoco te conocí a ti.
Bien pude haberlo soñado todo...
Pero ojitos verdes, enserio lamento todo... eso. Lo nuestro, lo tuyo y yo mío.
Lamento no haberte querido demasiado, no para romper tu barrera y buscar tu corazón.

jueves, 21 de abril de 2011

¿Qué viene después?

Como es sentir la luz, como es sentir el viento, como es sentir la espuma chocar contra mi piel.
Sentir. Sé que es de mañana, siento la mañana atravesar mis parpados cerrados, siento la luz, siento como intenta brindarme calor.
Finalmente lo siento, creo que a todo te has de acostumbrar, así como la arena se acostumbro a llevar todo mi peso y ahora se ha amoldado entre mi cuerpo, así es como siento al sol, tan fuerte, tan brillante.
Me hace sentir tan recelosa.
Quizá tenga la fuerza suficiente pero todavía me falta tiempo para buscarla dentro de mi, en ese momento estoy demasiado débil, demasiado frágil.
Me encuentro demasiado cansada, demasiado, demasiado.Tu lo estarías de estar en mi lugar.
¿Qué deseas saber de que hablo?

Todo comenzó ayer por la tarde. Jamás había reparado en como eran las playas por las tardes, tan hermosas, tan cálidas, te brindan esa sensación de alegría, de felicidad. Parece que ante el paraíso natural que presencias, el mundo es diminuto; nuestros defectos son diminutos si es posible la existencia de tanta perfección.
Y estas ahí, sientes que el calor te abraza, incluso inunda tus pulmones, te llena de hambre, de sed. Te dan ganas de sumergirte en las profundidades del océano y desentrañar sus misterios.
Te hace tener ganas de seguir adelante.
Así que me senté por la costa, tan solo a mirar hasta que el reloj dió vuelo a sus manecillas y el cielo se pobló de arrugas, de preocupación, de miedo. Se lleno de nubes.
Y las nubes trajeron la lluvia como la angustia trae las lágrimas. Mirabas las gotas en la arena y esta cedía, incluso la belleza del mar parecía perder rumbo, hasta volverse en definitiva una locura, parecía que las olas se levantaban contra nosotros, luchaban, luchaban energéticamente por sus vidas, por algo de cordura. Y lo perdieron todo, el rumbo, la sensatez y borraron los recuerdos, los castillos de arena, las pisadas.
Se llevaron todo.
Me acarició con su espuma del tobillo y me hizo ceder, me llevo hasta sus profundidades tan solo para levantarme una y otra vez, tan solo para hacerme sentir un poco menos viva o con un poco menos de ganas de vivir. Me atormento la tormenta, me ensordeció, me dejo insensible.
Y cuando acabo conmigo, llevandome entre las más suaves burbujas de espuma, me cargo delicadamente hasta la orilla, donde desapareció la espuma y dejo mi mortecino cuerpo a la luz de las estrellas.
La paz de entonces era infinita, el silencio era eterno. Era como una pregunta que tan solo se formulaba en mi cabeza y la respuesta, la respuesta fue tan solo el silencio.
Y entre el silencio algo creció en mi, los granos de arena giraban suavemente en torno a mi cuerpo, contra mi piel y me era imposible no sentirlos, así como era imposible no sentir la arena acariciarme, pedirme disculpas.
¿Qué pretendía?
Había sido la causa de mis problemas, me había robado la existencia, la esperanza y en la hora de la oscuridad, me acariciaba y me recordaba su presencia.
Me hizo recobrar débilmente el aliento, tan débil que me sentía morir pero la noche dió paso a la mañana, al calor, a la luz.
Al frío que lentamente se fue con la niebla y fue remplazado por la humedad y la calidez.
Por el dolor que es lentamente elevado de mi pecho y remplazado por tus humedos labios que se inclinan a besarme con dulzura.
Y hacerme olvidar tan solo una tormenta más, para luego recordar que otra ha de llegar.

miércoles, 6 de abril de 2011

E.S.

No sabes como me gustaría decirte todo esto en persona, confesarte que desde tu ausencia, por corta que sea, no es mucho menos dolorosa.
Parece que desde que decidiste informarme que te apartabas de mi lado, me caí y por mi mala suerte, no he dejado de caer.
Y hoy sufrí físicamente, mis dedos insertados en un ventilador y aunque sentía la rafaga de viento y el dolor de las alas apuñalar mis dedos cual cuchillos, el dedo no es nada, nada comparado contigo.
Mi familia está rota, está más rota que nada. Yo también lo estoy, lo descubrí estando tirada cual tortilla al fuego, el sol es tan fuerte, tan malditamente intenso que sentía como sus rayos al alcanzar mi piel, intentaban arrebatarme tu recuerdo.
Jamás los dejaría, tomarían mis organos, mis ilusiones, mis sueños. Jamás a ti, eso no lo permititía.
Y ahora, ¿ahora qué?
Solo porque me conociste en una banca de un parque, escribiendo mis penas, llorandolas en silencio, eso no significa que ahora, en tu ausencia, tan solo pueda regresar y sentarme, retomarlo como si jamás lo hubiera dejado.
No puedo olvidar estos años de mi vida, olvidarte a ti.
Incluso si eso implica que me vea obligada a recordar el camino.
Pero no. Eso no será hoy. Sí, debo escribir porque en mi cabeza solo escucho gritos, solo escucho gritos, gritos, monstruos audibles que no hablan con sentido.
Y en el papel, en papel estas impreso tu, tus risas, tus sonrojos... no, debo dejar de pensarlo porque, me has hecho, me han hecho llorar demasiado.
Ya no quiero llorar, me siento cada día más debilitada, cada segundo más adolorida. Quiero tenerte de vuelta, aunque sea a medias, quiero tenerte conmigo, una vez más.
Quiero olvidar mis dedos, mi cuerpo, los gritos y llamados sin razón.
Quiero que me hagas olvidar hasta mi nombre y me tatues en cada centímetro de la piel el tuyo.
Porque todavía te amo demasiado.

jueves, 17 de marzo de 2011

Sobre lo sucedido cuando entre la arena, encuentras un trozo de cristal.

1. Todo el mundo tiene miedos, frustaciones & deseos.
2. La mayoría de las veces, tememos a algo que vivimos en carne propia o que alguien tuvo la amabilidad o el descaro de explicar, de detallar para nosotros. Nos frustamos cuando una persona se impone ante nuestros objetivos y esos objetivos, en algún punto, siempre son deseos.

¿Dónde demonios entras tú?

Cuando me sentí en lo más levemente incinada hacia lo extraño, hacía lo diferente, he de confesar que jamás creí que en algún momento pudiera traerme problemas.
Desearía volver a mi misma el día en que considere eso, fue una mentira. Me ha traído un infierno de problemas.
¿Qué me hizo pensar que tú, serías la excepción?
Creo que de todos, eres mil veces peor. Tal vez también has sido el mejor.
Pero el problema es que tú no juegas con mi cabeza, ni siquiera parece interesante averiguar que pasa por mi mente.
El problema ya no es saber si estás interesado; sí eres diferente, eso es cierto.
¿Por qué tu no buscas la respuesta en mis actos? Tan solo me miras a  los ojos y me siento torpe, inútil.
No comprendo ni una palabra de lo me dicen tus ojos.
Ni aunque se acompañen de sonrisas, de bromas, de trabalenguas que se tragan las palabras.
Eso no vale contigo.
Es posible decir... tal vez... Ah, he de aceptarlo.
Hasta ahora, creo que eres la única persona cuya mente es en lo más mínimo parecida a la mía.
Confusa pero ordenada a su manera, extraña, algo tan desconocido que te impulsa a retroceder.
Y a mi me ha impulsado hacia adelante.

jueves, 3 de marzo de 2011

Eterno Invierno.

Abres los ojos por la mañana y miras el sol cegador, reflejado en la nívea cubierta de la nieve blanca, escuchas ese sonido al caminar, envuelta protectoramente por una enorme chaqueta color negro, una que no recordabas tener y mucho menos comprar, te envuelve y te mantiene viva.
Caminas sin detenerte a fijarte en lo que sucede al rededor, tan solo caminas, escuchando el sonido de tus pasos sobre la nieve que cubre las calles, mientras sientes un suave golpeteo en el pecho.
¿Qué es? Tu hermosa camara colgando de un cordón a tu cuello, tan frágil, tan realista.
Basto un segundo para descubrirla para que la levantes entre tus manos y comiences a capturar tu entorno entre tus manos.
Detente, escucha; pisadas. Pisadas demasiado cerca... qué?
Giras sobre tus talones, curiosa, sientes la adrenalina golpearte.
Y encuentras su rostro, lleva una chaqueta negra, demasiado delgada.
"¿Qué haces tu aquí?"
"Nada... vengo a caminar"
"¿A caminar? ¿No te estás muriendo de frío?" No te responde pero sus ojos te dan la respuesta. Parece que un estremecimiento le acompaña.
No necesitas más, estan caminando de nuevo, tampoco recuerdas cuando retomaron su caminata pero van hombro con hombro y sientes su mano rozar, tensa.
Resumes la historia y le tomas la mano, la envuelves y la rozas con tus dedos.
"Así jamás va a funcionar" resuelves en unos segundos, frunciendo los labios.
El te sonríe, parece nervioso y agradecido. Se detienen de nuevo y el te toma de la mano, la levantas y ahuecas la manga, el encuentra el camino hasta el interior de tu manga y sus dedos acarician tu muñeca.
"Algo como esto, puede empezar a funcionar"
¿Cómo es que su tacto es cálido? Debía estar helado y eso para comenzar, eso no se parece en absoluto a la sensación que te provoca en la piel, su cálidez...
Apartas la mano bruscamente y le pasas los brazos por el cuello, estrechando tu cuerpo contra el suyo.
Quizá era extraño, abrazarte cuando te cubren tantas capas de ropa y sin embargo, sus brazos se esfuerzan y te envuelven con cariño, con delicadeza pero buscando la manera de acercarte más a su cuerpo.
Vuelven a andar por las calles, miras esa pared blanca, contrastante con la nieve, con una luz que desea imitar su color y por el medio, un árbol que desentona por completo.
Un pequeño árbol profundamente verde, el cual miras por detrás de la mira de la camara y cuando aprietas el botón, el flash cega toda la luz.
Y vuelves a la realidad.

jueves, 24 de febrero de 2011

I know it's not your business but, how am I supossed to feel?

Jamás lo había pensado, pero no soy vulnerable. No a ti.
He estado tan cerca, tu corazón latiendome en el oído... & aún así, tan solo sentí tu calor.
Y eso era todo.
Me he gastado tanto tiempo pensando: ¿a quién traiciono? ¿cuál era de todas, la más grande traición?
Y creo que... bueno, no lo sé, no lo he descubierto pero, me he hartado de luchar.
Llevo meses caminando, balanceandome en esta cuerda floja, a unos centímetros del agua, tanto que podía probar la humedad en mis labios cuando esta se evaporaba y como se adhería a mi piel.
Es injusto, obtener tan poco cuando tienes la posibilidad de tenerlo todo.
Quizá no todo, sino lo suficiente.
Y sigo mirando tu figura, sigo teniendole afecto, sigue acelerando mi corazón. Así será siempre, no tiene porque detenerse, pero perdoname por dejar de luchar.
Por dejar de caminar.
Me he despertado, me he dado cuenta a penas de lo poco que llevo recorrido, eso que llevo tanto tiempo caminando.
Y es tonto, es tonto desear caminar hasta alcanzarte, es tonto considerando el número de veces que tu te dejaste caer.
Y esos ojos que alguna vez reconocí míos en mi reflejo en el agua, ahora no tienen sentido, no parecen más que un par de luces que brillan con esperanza.
Porque hay un rostro más, se dispersa y se mantiene, un rostro dentro del agua que pretende invitarme a dejarme caer.
Confieso que jamás había tenido tantas ganas de hacerlo, de ser obediente.
De dejarme llevar.
Así que dejaré que sus ojos castaños me atrapen, que sus tímidas manos tomen las mías, que sus brazos me envuelvan y me guién.
Tal vez si soy una chica avariciosa, pero hay algo en esa figura que se mantiene bajo el agua, algo que me ha hecho detenerme por completo en mi camino, algo que me hace mirarle y perder, no solo mi conciencia, si no perder algunos latidos de mi corazón.
Me hace contener el aliento, me hace preguntarme, ¿qué hay con él?
Así que disculpame, no olvidaré mi trayecto, pero ya no quiero luchar; así tengas que mirarlo tomar cada uno de mis dedos y con el más ligero empujón, deberás verme caer.

viernes, 18 de febrero de 2011

Will I ever give the right message?

Lo siento, lo siento tanto. Por todo lo que me he estado perdiendo, por haberme dejado llevar.
Estaba sentada en la arena, disfrutando de la hermosa vista de la marea,sentía la dulce espuma acariciarme los dedos y retirarse, hasta que miré por el rabillo del ojo a este chico, que me miraba igualmente y día tras día simplemente esa era nuestra rutina, caminaba hasta mi lugar en la arena y me sentaba, a mirarnos en la distancia.
Dejabamos que las palabras que ninguno decía volaran en el aire y de alguna manera, nos involucraban, creaban un canal por el cual nos comunicabamos, hasta que cada día dabamos un paso más hasta estar cerca del otro, sentados uno al lado del otro, hasta que solamente quedaba un paso que dar.
Y alguien se sentó entre nosotros.
Entonces la rutina se volvía incómoda, era molesta, al menos de mi parte. Dejé de voltear a mirarlos, cuando comprendí que ella se había ganado mi lugar en menos tiempo.
Dolía, dolía de alguna manera, sobre todo cuando miraba al frente, perdida con la vista en el horizonte y por el rabillo del ojo te veía, tan cerca que casí podía tocarte, tan cerca que era incluso doloroso el pensamiento de tenerte tan cerca y no poder... tocarte.
Aunque jamás lo hice, mis manos deseaban hacerlo con tanta fuerza que incluso sentía las líneas de tu piel bajo la yema de mis dedos.
No he comprendido, jamás lo hecho pero cada mañana aplazaba mi llegada a la playa.
Me perdí a mi misma en todas las preguntas que tenía, en el plan que hacía en una materia que simplemente no entendía, parecía otro idioma, aún cuando he practicado esa clase de lenguaje con otros, anteriormente.
En tus labios era diferente y me sentía confundida, sin maestro, sin tutor. Seguro era una materia que no podría pasar.
No recuerdo a que hora llegaba, ni siquiera he sentido cuando la arena se atoró entre mis dedos de los pies, o como se ha quemado mi piel contra el sol, ¿cuánto tiempo he estado en el sol? ¿hasta que hora?
No recuerdo las semanas pasadas, ni siquiera recuerdo, ¿ha sido una o dos, o un mes?
Había olvidado lo que era sentir, porque deseaba sentirte y cada que tus labios besaban los suyos, aparecían un millón de maneras y todas eran para que fueran mis labios los que sintieran los tuyos.
Y entonces alguien me levantó entre sus brazos, me apretó la cintura contra su pecho con tanta fuerza que me obligó a sentir, me beso la mejilla y refresco mi nariz con una nueva fragancia.
Y me sentí confundida cuando sentí de nuevo, aunque era una sensación que parecía sentirse diferente al experimentarse contigo... con él.
Me siento culpable, peor porque el destino me ha jugado malas partidas, terrible porque estoy traicionando una parte de mi, una parte que no es mía.
Pero me encantó sentir, de nuevo, una vez más. Como al comienzo.
Camino lento, a trompicones, no sé como debo mantenerme en esta línea tan fina, ni siquiera cuando sostienes mi mano, quisiera que me guiáras por el camino pero justo cuando creí que entendía las reglas de este lugar, aparecí frente a ambos con una mentira.
El aire es demasiado fresco y por primera vez me fijo en la eternidad del borde de la playa, aunque sonrió estando en compañia de una nueva amistad.
Y no estaba en mis planes que me encontraran en planos tan amigables, aunque no sé que han entendido.
Estoy molesta, frustada. Parezco incapáz de darles una señal certera, será porque las líneas se han pintado en el suelo, y la última vez que miré han sido más de cuatro y sé que un par más han de ser agregadas.
No sé como se supone que debo actuar, no me comprendo, ni entiendo sus miradas. Podía leer un libro, tu rostro siempre me había parecido como un libro abierto, conociendo las bases, te das ideas de las oraciones pero, ¿cómo puedo leer tantos libros a la vez?
Sobre todo, cuando la pluma esta pendiente del cuaderno que reposa sobre mis piernas, aún con el obvio recuerdo de mís días bajo el sol, y con la fresca fragancia de un camino nuevo.
Nuevas direcciones.
Entonces espero, no pido que pueda conseguir las cosas a mi manera, parezco incapáz de pedir las cosas de manera adecuada, pero espero, que esa luz que hayan visto en mi mirada, sea lo suficiente como para que me den tiempo, tiempo de entender en que costa este camino y que una vez segura, me dejen caminar y perderme en el frondoso bosque que acompaña ese hermoso camino.
Si me acompañan, prometo no volver a la orilla hasta que esté cansada de andar.
Por que en esta ocasión me daré el lujo de sentir, de no perderme ni un solo detalle.

viernes, 11 de febrero de 2011

When she smiles, I get hitted by the shinning sun.

¿Cómo se supone que debo luchar? Tan siquiera intentarlo.
Sé que soy por naturaleza de un carácter terco, más terco que un árbol plantado que ha hechado raíces.
Lo sé y no me molesta.
Pero no puedo luchar, no contra ella.
Ella es como un sol, un enorme, brillante y cálido sol en primavera. Sucede después del frío, cuando has olvidado tan siquiera lo que es sentir.
Es una hermosa rafaga de cálidez que te embriaga, te llena y te obliga a disfrutarlo. Es genial, sobre todo después del frío.
Eres el sol.
Yo en cambio, ¿qué soy yo?
Soy una diminuta estrella brillando en el cielo, siempre acompañada de un millón más y no niego que me gusta esconderme, con esfuerzos, trabajo y estudio memorizaras mi presencia, la recordarás y podrá ser una estrella con significado.
Pero una estrella jamás se compararía a un sol.
El sol es capaz de apartar el invierno de nuestras mentes, de todas ellas y claramente, yo soy el invierno.
Soy esa finisma capa que cubre el suelo una y otra vez, de forma insistente. La que si no te cubres tu cuerpo, atacará con resentimiento cada parte a su paso, la que mordisqueara tus mejillas con frialdad, la que te puede helar en momentos y te deja seco, sin palabras.
Es capaz de hacerte olvidar sentir.
Y por primera vez, hoy, me agrada ser el invierno.
No siento recelo por la llegada del sol, incluso lo admiro, su extrema belleza pero no esperas que me apoye a su costado, jamás se podría coexistir de aquella manera, nunca.
Es nuestra naturaleza ser polos opuestos, la presencia de una daña a la otra, por más que uno pretenda ser indiferente.
Eres el sol, su sol. Mientras el invierno se posa en alguna parte del mundo, tu tienes que iluminarles y calentarles pero yo ocuparé otro sitio, donde les obligue a cubrirse del frío, donde mantenga en secreto a dos amantes protegiendose del frío, donde alguien me considere lo suficientemente hermosa como para desear morir en invierno.
Sé el sol, dejame ser el invierno.
Lo seré, lo soy. Mientras que exista alguien, no importa que no sea de mi sangre, pero que exista alguien que aprecie la hermosura del invierno.
La misma que con una fínisima capa de hielo, cubre los rastos de calor.

jueves, 10 de febrero de 2011

Memories from every hole I've fallen into.

Siempre me he preguntado, ¿qué buscas cuando miras en mis ojos? ¿qué encuentras? ¿qué deseas encontrar?
Me parece increíble que ella no te niege nada y estoy segura de que estoy lejos de poder entenderla, siempre lo estaré.
No lo quisiera de otra manera pero, no comprendo. Te mentiría al decirte que entiendo, y no lo hago.
Ella no te niega esas miradas, parece que ni siquiera lo nota y esta vez, mis preguntas se formulan en torno a ella.
¿Qué quieres?
Entiende, comprende lo que el se ha negado a si mismo, con tantas señales confusas creo que al estar en tu compañia, de alguna manera se ha negado la felicidad. El te entrega el mundo cada mañana y tu ni siquiera te molestas en mirarlo, ni tan siquiera con despecho.
Parece que siempre andas con tus aires de bailarina, tan ágil, hermosa, despidiendo ese dulce olor que a todos embriaga pero me parece imposible creer que, esos aires no cambian ni en su compañia.
Ante mis ojos, con su desesperada mirada en busca del calor, sí, así es; sus ojos te miran brillar cual estrella en el firmamento, cual sol entre los planetas y se ha herido la vista tratando de alcanzar ese calor, y por un momento pensé que se lo compartirías, ahora desmuestras lo contrario.
¿Careces de respeto o de interés?
No he sabido de alguien que le ceda miradas a otra y finalmente empecé a pensarlo, ¿porqué le dejas buscar algo más allá?
¿Es qué jamás planeas darle algo de vuelta?
Son tan obvias sus miradas, sus sonrisas torpes que me vuelcan el corazón pero al parecer a ti no te parece suficiente, siempre te muestras indiferente, incluso cuando la causa de su sonrisa, sea yo.
¿Lo ignoras o simplemente te da lo mismo?
Porque no sé como, ni cuando empezó a crecer en mi interior pero lo ha hecho, aunque haya tomado su elección.
No sabes como me gustaría pedirte que no lo lastimes pero creo que está en tu naturaleza el moverte sin mirar atrás.

viernes, 4 de febrero de 2011

I had never cried my eyes out over joy*

Todo mundo ha llorado, yo lo he hecho por tantas razones que me son incontables, si tan siquiera las recuerdo.
Las heridas duelen al comienzo, crecen en tu piel, penetran cada poro hiriendote, destruyendote.
Y con el tiempo el dolor disminuye, en ocasiones, no debe suceder siempre y sin embargo, la marca simplemente es algo físico, algo que algún día dirás... no recuerdo como sucedio.
Y hoy descubrí que jamás había llorado por felicidad.
Por coraje, por frustación, dolor, tristeza, miedo enojo y rabía. Sí, he llorado por esas razones, sintiendo mi sangre acumularse en mis sienes, el aire cortarse en mi garganta mientras mis mejillas ardían en fuego, quemando mi piel, consiguiendo obtener que lágrimas saladas humedecieran mis mejillas.
Pero conocer los sentimientos de tu corazón, es lo más sincero y hermoso que han visto mis ojos, ahora dudo incluso si conocía el significado de belleza, o de cualquier rama parecida, quizá no lo hacía, pero tú me lo has enseñado.

Bien sabes que no esperaba más que un comentario, el que te mantuvieras despierto tan tarde, después de un día de tantas labores, eso implicaba demasiado pero, ¿conocer tu corazón?
Todos esos sentimientos que me parecían... imposibles de inspirar en alguna persona.
Lo he causado en ti.
Y, ¿sabes qué? ¿deseas saber que has logrado?
Has conseguido que mis pestañas se empaparan, al igual que mis mejillas y sin embargo estas lágrimas no me dejaron heridas, ni marcas en mis mejillas, sino una cálida sensación que descansa sobre mi pecho, sobre mi corazón.
Quizá debería estar pensando en globos y regalos, deseos e ilusiones... no quiero globos, los regalos tampoco me parecen importantes. Nada material lo parece. Ni siquiera lo figuran.
Mis deseos e ilusiones se han recorrido, se han alejado, dejando su cabeza baja para dejar una única figura entre las multitudes, entre mis deseos, ilusiones, pasiones...
Todo cambió, se ha convertido en un solo deseo, una sola flama que late con la fuerza e intensidad de mi corazón, con la sangre y vitalidad de mi vida.
Un único deseo y pensamiento, un agradecimiento...
Como quisiera hacertelo saber, pero sería repetir algo que siempre has sabido. Siempre lo has tenido en mente y ha latido en tu corazón.

Que nada más importa más que tú.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Es un hecho reconocido...

Es un hecho reconocido que el hombre puede ser tan obvio como desee.
Esto depende claro, de la forma en que muestra sus sentimientos, -si decide mostrarlos-.
Entonces no me extraña el preguntarlo, ¿por qué arriesgarse?
¿Por qué arriesgarte?
¿Por qué caminaste hasta el borde del mundo en busca del paraíso?, probado la dulce fruta escondida entre los árboles, y asegurando de alguna manera tu lugar en el paraíso, ¿por qué deseas renunciar a ello?
¿Renunciaste a ésto para disfrutar de un amanecer, sentado al borde del acantilado, en mi compañia?
Entonces disculpame por mi incredulidad pues creo que arriesgas demasiado.
¿Qué acaso tus labios no enucuentran la saciedad con los dulces jugos de la manzana prohibida?
¿Ni aún con lo que ofrece? Ese rojo tan intenso, tan brillante, tan apasionado, nada comparado con la vista del resto de las pieles de las manzanas, incluso algunas demasiado verdes para florecer.
Tu la tienes al alcance de tu mano, al alcance de tus labios, incluso creo que se ha adueñado de parte de tu corazón. Y sin embargo te arriesgas.
Me he negado con demasiada fuerza y terquedad, me he negado un millón de veces a sentir aquella terrible sensación que aqueja mi pequeño y problemático corazón, sin embargo no me dejas, algo en tu mirada, en tu sonrisa, hay algo que me asegura no debo negarme.
Y no me niego, pero tampoco sucumbiré ante tu poder, ante esa atracción tan fuerte que siempre, siempre estará fuera de nuestras manos.
Permaneceré donde estoy, completamente segura desde donde este, así deba presenciar aquellos desfiles gratuitos patrocinados por tu compañia y también aquellos saludos, esas sonrisas, esas cortas platicas.
Debes estar seguro de que estaré ahí, al borde del acantilado, sentada siempre bajo la sombra de un árbol pero también debes saber, no es tuya la única compañia que deseo.
Es un hermoso amanecer, una puesta de sol, un atardecer. Una vista que aprecio con diferentes compañias.

miércoles, 26 de enero de 2011

This time I'll make you go through hell*

Anteriormente solo eran comentarios, indirectas o directas que me decías para hacerme sentir incómoda.
Muchos pensarán imposible hacerte un daño estando desde dentro pero yo he sido dañada.
No me conoces y a la vez sabes demasiado.
Pero jamás he tenido las agallas para decirte que no me agrado.
Es en parte tu trabajo, en parte como las cosas debían ser. Es caso que me trae más problemas que beneficios y de alguna manera no quería decirtelo.
Qué si soy una persona con inseguridades, qué si estoy dañada. Qué si me falta algo que supuestamente debo darme yo misma, eso sencillamente no está.
Y no tengo miedo de retarte, de retarme a mi misma. De cumplir mi amenaza.
Ya lo imagino en mi cabeza, cuando te pregunten si tu fomentabas aquella clase de practicas.
¿Cúal será tu respuesta? Decir no es considerado una mentira y seguramente cederás ante los comentarios que hiciste, que te agradaba el cambio.
No arriesgaré lo suficiente, hay algo que tengo miedo a perder. Algo que no es mío, jamás lo será.
Pero será lo suficiente para vivir o, para sobrevivir.
Eso bastará.
Después de todo no hay demasiada diferencia a como me siento de momento, es alguna manera de sobrevivir, creo que jamás he alcanzado la vida.
Pero hay algo que no concebiré, no me permitiré a mi misma convertirme en tú. Jamás.
Me niego a que eso me sea arrebatado, incluso con la fuerza de un huracán.
Fuerza similar a la tuya.
No espero que entiendas, jamás lo has hecho y ésto no es tan solo un comentario de una chica incomprendida, como seguramente dirás.
Lucharé, por mis ideales, por mis sueños. Por mis fantasias.
Porque alguien escuche mi voz.

viernes, 21 de enero de 2011

Adan's Experience in Paradise*

A ti.

Sé que será extraño, pero te dedico una entrada. Sé que es miserable, no es nada, no en comparación con lo que haces por mi.
No preguntaré si te he hartado, estoy segura que lo he hecho pero, jamás te has alejado de mi lado.
Debo admitir que todo este tiempo, me cerré.
Me convertí en una pequeña caja, demasiado pequeña para contener todo aquello que debía guardar y no diré que son puros sentimientos buenos, no, creo que también se esconde un poco de recelo y sensibilidad, frágil al tacto o a la vista y ahora, meses después de la tormenta, aún me encuentro esforzandome para conseguir abrirla.
Y siempre tengo una misma pregunta: ¿por qué a mí?
Pero ha habido grandes sucesos con los que me pregunto, ¿por qué me suceden a mí?
Y contigo lo hago de nuevo.
No soy perfecta, soy egoísta y sensible, demasiado sensible, orgullosa y malvada en ocasiones. Creo que te he lastimado, es estúpido, creeme que lo sé pero es mi manera de alejar a las personas cuando se están acercando demasiado.
Y me sorprende que tu tampoco te hayas rendido; así que ahora comprendo que esa pregunta quizá no tiene una respuesta.
Pero las sorpresas son agradables, así sean malas, está la opción:
Arriesgarse o no.
Yo no me creería lo suficientemente buena para intentarlo, pero tu lo hiciste.
Y esto ya no tiene que ver conmigo, sino contigo.
Así que hoy, con esta diminuta entrada, quiero hacertelo saber.
No es porque hoy sea un día especial, cualquier día es lo suficientemente bueno para hacertelo saber, aún cuando no sea la primera en notarlo, hoy finalmente lo sé.
Gracias.
Sinceramente, gracias. Gracias por entenderme con una mirada, por no decir aquellos comentarios aún cuando pasen por nuestras mentes, gracias por las risas, gracias por entenderme.
Y mejor aún, gracias por estar aquí.
Tu eres real, no es una forma de pensamiento hippie, no, creeme que no. Es una forma de pensamiento que viene con, ser tú.
Suena algo gay, no hay otra palabra. Simplemente me siento demasiado agradecida como para no decirlo, porque sé que de alguna manera, sin ti a mi lado, habría hecho cosas de las que me arrepentiría.
Así que eres en parte como mi conciencia, pero eres algo más valioso que eso, no diré que eres mi hermana, en ocasiones incluso no soportamos a la familia.
Eres una amiga, una de las mejores.
Gracias por eso.
Y sabes que estaré aquí, haya perdido mi cordura o no, en las buenas y en las malas.
"... BEST MATES FOR LIFE"

viernes, 14 de enero de 2011

The Kick*

Debo decirles, hoy experimenté la patada.
Sí, esa sensación como cuando vas subiendo una escalera y falta un peldaño, sientes que caes.

No es la primera vez, pero me hizo remontarme a esa ocasión y me hizo reparar en que, esta vez fue diferente.
Mirar sus brazos rodear tu cuello, sus piernas también, como una enredadera, una planta venenosa que crece sobre el tronco de un árbol, perdiendose en su inmesidad.
Miré sus labios tocarse, no pude apartar la mirada, aunque debía, aunque quería... simplemente me mantenía quieta, atonita, anonadada.
Estaba sentada sobre una barda alta, sin respaldo alguno de donde sostenerme y al mirarlos, al mirarlos juntos, parecía que eran sinceros, aunque me parece increíble creerlo-al menos de su parte-, parecía que en verdad se había encariñado contigo.
Y de tí, no tengo comentarios. Siempre la has mirado fascinado, como cualquier otro chico normal.
Pero yo, de mirarlos de esa manera, me dejé de sostener.
Mis piernas se aflojaron sobre el borde de la barda, mis manos resbalaron por los bordes mientras que la gravedad reclamaba lo suyo, estirando sus brazos para sostenerme por la cintura, abrazandome.
Lo único que sentí fue que me dejaba caer, me caía de espaldas, caía, caía...
Las profundidades me abrazaban, me sostenían entre sus brazos mientras el aire intentaba recuperarme, se molestaba en decirme que despertara, que me sostuviera de nuevo.
No, era una lucha tonta. Además, yo quería que me llevara.
Así que me deje caer, mis ojos sin molestarse en cerrarse, la oscuridad se cernia sobre mí, lo único brillante en el firmamento era la luna, una media luna que parecía una sonrisa burlona, burlandose de mí, mofandose de mi falta de carácter, de mi falta de agallas para haber hecho lo debido.
Y no tenía escudo contra ella, la miraba, mis ojos perdidas en su luz mientras seguía cayendo en una caída infinita, donde en mi mente reinaba un profundo silencio, así como la oscuridad.
No había nada en mi mente, nada. Como una película que ha llegado a su final, había llegado al final, donde esperaba verlos y alzando mi mirada al cielo, simplemente todo giraba a mi al rededor, como una cámara que había perdido su base, simplemente giraba, ninguna imágen se formaba, solo era un borrón nubloso donde el centro, en el centro estaba yo.

Exacto, has jugado con mi mente. Siempre has estado en mi mente, no has alcanzado mi corazón. No diré que lo sabía, pues estoy segura que lo dudaba, pero ahora conozco mis límites.
Y me alegra que haya sido mi mente, pues ninguna lágrima ha sido derramada en vano y sin embargo, mi mente tiene un deseo, que ha crecido como una obsesión, una obsesión, una locura que se alimenta de las miradas curiosas y analíticas de parte de ella, ¿qué me considera? ¿un contrincante? ¿competencia?
Pero eso no nos da ninguna respuesta, nada. Solo confirma un hecho, que te has enamorado de ambas y no sé si te parece imposible acercarte a una desconocida, jamás has temido por eso pero de nuevo; ¿qué se yo?
Haces bien en aferrarte a ella con esa fuerza, aunque confieso que jamás había escuchado de un árbol que se aferra a la mala hierba con la misma afición que tú pero, de nuevo, yo también lo hago contigo.
Camino obesionada entre un monton de matorrales de espinas, dañando todo a su paso, dañandome a mí a su paso y sin embargo, me he adrentado demasiado, es tarde para volver.
Y sinceramente, creo que me he cansado de este juego, me ha dejado tremendamente agotada, el pensar, el imaginar su siguiente movimiento.
Pero, rendirse, nunca, digo nunca, es opción.
Rendirse no es una opción.

miércoles, 12 de enero de 2011

Survival*

"We're not turning back, neither away. We don't care if you hurt, we're just trying to stop this pain & get away from this burning hell."

A veces... no, siempre me sorprende la cantidad de tiempo que tardo en descubrir un hecho, así sea algo que lleva mucho tiempo sucediendo.
Tiene que ser alguien más, como siempre lo he dicho, estoy ciega, a veces me cuesta demasiado escuchar, incluso cuando se trata de escucharme a mi misma.
Y es cierto.

Querido lector, ¿alguna vez has intentado fingir amnesia? Olvidar un hecho inolvidable, intentar ignorar algo latente en tu corazón.
Quizá lo han hecho y tal vez, siendo muy constantes, han sido exitosos.
Pero yo no, me parece imposible.
No niego que me preguntó: ¿te duele?¿ Acaso hay alguna parte en tu interior, alguna mísera parte que sienta mi ausencia y extrañe mi presencia?
Me he creado diversas respuestas a esa pregunta pero sencillamente en cada ocasión se resume a una respuesta, negativa y a una positiva.
Pero tú, jamás seras como lo es ella, tu corazón no se endulza con mis palabras, ni al encontrarse nuestros ojos.
Entonces debo jugar mis cartas, solo resta una simple respuesta, al menos de manera teórica.
No me importa sí te duele o no, si me extrañas o incluso sí me piensas, debo hallar una manera de ignorar esas miradas, esas sonrisas y esos cortos saludos que dejan mucho que desear.
Hiciste tu elección, ambos lo hicierón -lamento mencionarte, sabes que eres mi amiga, sin embargo, lo entiendo; veo las cosas desde sus ojos y tu te das cuenta, me hago daño a mi misma, como él se daña a si mismo- y no hay más que decir.
Esto está fuera de mis manos, desde el hecho de que teníamos que compartir cada segundo de ese día laboral, desde el hecho de que la distancia, jamás, ha sido problema para nosotros, para reunirnos.
Está fuera de mis manos que te hayas enamorado, así haya sido de ambas.
Pero hay algo que aún permanece en mis manos y con dolor, con esfuerzo y demasiados ánimos, deberé apartar la mirada en cada ocasión, perderme en mi mente siempre que sienta tu presencia y pretender, que aquellos murmuros en tu voz grave, son caricias del viento sobre mi piel.
Sí lo hago, sí lo empiezo a creer, quizá en algun momento, como el mismo viento que viene a acariciar mi cabello, seas aquella brisa que jamás se detiene y, sigue adelante.

domingo, 9 de enero de 2011

First day of my life.

Estaba sentada sobre el borde de la cama, él, claro, miraba al frente dejandome una vista de perfil.
Parecía tremendamente entretenido, la escena me recordaba a un infante frente a una nueva película, admirando la novedad mientras su rostro dejaba ver los sentimientos que la película le transmitía.

Sonreí sin darme cuenta, estaba cerca suyo -era una cama individual- y cada expresión quedaba a mi alcancé.
Me mordí el labio conteniendo una sonrisa mientras lo miraba, su oscuro cabello despeinado estaba en lo alto de su cabeza, cubriendo parcialmente su frente que seguía hasta sus cejas que cubrían una cortina poblada de pestañas perfectamente oscuras & rectas.
Seguían sus ojos pero, me encantaba dejar lo mejor para el final.
Así que seguí mi mirada por sus mejillas, primero sus pomulos hasta alcanzar sus mejillas, la marca de su barbilla y resaltando de perfil, estaban sus labios.
Mis labios se partieron acto reflejo, olvidando la sonrisa y dejandola dentro de mi misma, sabía, lo sentía en mi interior, esa cálidez que me provocaba su dulce compañia y mis labios sintieron la memoria de los suyos, como si estuvieran tatuados sobre los míos.
Y no lo dudaba, incluso de mirarlo me quedé instantaneamente sin aliento, aliento que recobré y salió rozando mis labios.
Sonreí de nuevo, esas sensaciones eran las que me hacían perder la razón, esas maravillosas mariposas, la carencia de aliento, incluso el hecho de que parecía que todos mis pensamientos desaparecían dejando una sola imagen.
A él. Tan hermoso, tan... irreal, frente mío.
Y la vista que tenía desapareció, con una sonrisa se giró a mirarme y su mano rápidamente acudió a mi mejilla.
Había alguien más en la habitación, un familiar suyo del cual parecía querer apartarme, apartarnos.
Se acercó a mi, con una sonrisa en sus ojos para mirar fijamente los míos, sus ojos parecían dulce miel fresca, derretida en mi encuentro. Lo tenía demasiado cerca, sabía que lo hacía a proposito y yo simplemente lo miraba fascinada.
"¿Puedes dejar de mirarme?" preguntó en un murmuro inaudible para otro que no fuera yo y, las palabras se agitaron en el aire al rededor de nosotros, tan solo para que sus palabras se dispersaran y su aliento rozara mis labios.
No respondí, mis labios se cerrarón codiciando su dulce aliento, sus labios y formando una sonrisa.
"No... no estaba haciendo-"
Se rió levemente, sabía bien que me había estado mirando pero no era mi culpa, me encantaba simplemente la manera en que... bueno, era él. ¿Esperaban algo diferente?
"Claro que no" dijo con sarcasmo pero con una sonrisa mientras al parecer, entendía mis deseos y su mano sobre mi rostro acariciaba dulcemente mi mejilla con la punta de sus dedos, en respuesta, mi mejilla tembló con un hormigueo que dejaba su tacto y sus parpados cubrieron sus ojos, como debía ser.
Yo misma lo hice, en espera del momento en que sus labios tocaran los míos, una vez más.

jueves, 6 de enero de 2011

How do you know?

¿Alguna vez te has enamorado? ¿Te has enamorado lo suficiente como para simplemente olvidar el mundo y desear únicamente una cosa?
Desear solamente estar en su compañia.
No he dejado de preguntarme, cada ocasión es la misma pregunta: ¿cómo sucedió?
Quisiera saber el momento en que me convertí en tu prisionera.

No sabes como te extraño en tus ausencias, como te anhelo y te deseo, como cada pensamiento viaja por segundo y siempre en tu dirección.
No niego la existencia de aquel campo invisible que suele proteger no solo mis pensamientos, si no también mis sentimientos y antes, jamás le había visto algun problema a la ausencia de aquella defensa.
Hasta que esa ausencia empezó a lastimarme.
Me convertido en un completo caos pero por alguna razón les creo cuando dicen que dentro del caos se encuentra la paz & de alguna manera estoy segura que tu la has alcanzado.
No me agrada el ser vulnerable, el estar pendiente sobre otra persona pero es una experiencia para abrirse a otra persona, una experiencia que no estaría completa sin la otra parte.
La otra parte eres tú.
El caos, las ruinas, el sol, la lluvia, el viento, el cariño, los deseos...
Todo, eres tú.
Y si he de tener que aprender a vivir de esta manera, siendo vulnerable... me alegro al decir que, no querría ser vulnerable por otra razón más valiosa, como lo eres tú.