viernes, 28 de diciembre de 2012

Bloom.

Winter is finally here or has been for a week. Winter is said to be the time when flowers meet their final destiny and die only to reborn again. It's a time for new opportunities or the perfect time to sleep some long lost or lack off.

And we're here today to prove it right.

I wonder, have you ever felt this strange/ strong affection for someone?
I have. Most recently, I must say. The kind of 'love' that makes you feel important in someone's eyes and strong. A certain someone who is granted the importance of your feelings and takes part of your life. He or she is suddenly capable of taking decisions or advice that actually matter in your life.
They are no longer outsiders and if the exchange works, you suddenly find yourself in need of more. Sometimes you find yourself thinking about what's next, what unexpected or planned activity will lead you to their arms. You hope to get close.
It's like a world that slowly builds up, accompanied by your expectations and your hopes rise to heaven like Wall Street only to find winter.
Whatever happens to feelings and joy and crushes during winter? Maybe there's a reason why they're called 'crush'-es. Maybe it's because since the very beginning, they're meant to crush. And fall. And unavoidably, die.
Like a flower that seemed so beautiful, a lucky one that made it through fall (autumn.) It was kept alive with an exhausting amount of time and care but with the bitter cold, they can no longer endure.
No matter how much you try.

I was so sure about how I felt for you. How I... fell for you but the winter break has left a gap in my life and I am not talking about 6-to-8 free hours a day. You once made me feel strong and confident and important. You made me jealous. You reminded me of sidekicks. But now, as days go by winter builds up, stronger than the way you did in my mind. Perhaps its the cold that left you on 'freezing' mode but I highly doubt you will ever seem as important.
Too bad because I can tell a number of people who had their bets on you.

domingo, 14 de octubre de 2012

Mistake over mistake or was it the same mistake again?

Y vuelvo porque tengo algo que sacar, algo que suavemente se hunde cuando cree salir, algo que se pierde como un cuerpo en las arenas movedizas, estando tan cerca de estar a salvo, la profundidad me succiona de nuevo a su lodoso, arenoso interior.

¿Qué estuvo mal? No sé si fue decirlo, porque me siento mejor. Sentirlo, todavía me es inevitable. Esa incómodidad, esa sensación de ser el producto sobrante, esa falta de carácter donde te hace falta, que se acumula en alguna otra parte que en el momento adecuado, poco recuerdas.  Esto funciona de la misma manera. 
Y me siento mal, no de compartirtelo, parece lo adecuado, se siente tan bien. Lo que se siente fuera de esa sensación casi propia del cielo y de estar entre nubes, es que te hago culpable, te dejo con restos de ideas que me escondes y para saber lo que pasa por tu mente.
No quiero que me valga para el nunca de nuevo. Quiero hacerlo, volver a intentarlo, quiero retarme una vez más, quiero enfrentar al brutal, tremendo, intimidante dragón con la misma armadura, la misma espada pero con mayor habilidad, mayor fuerza y decisión. Decidida estoy de que eso lo cambiaría todo, mi suerte ante la poco favorable situación seria diferente. 

Y aun así he salido vencedora. En una pieza, al menos. ¡Mejor que situaciones anteriores! Quiero que diga el cartel que anuncie mi victoria. No he conseguido la cabeza del dragón, ni un trofeo o su equivalente pero he evadido las armas mortales más fieras -o dado el caso, a las que más les temía. 
Aunque en letras pequeñas les informo que si he salido herida, aunque levemente, lo han conseguido. Evadirles. Permítanme un instante con aquella palabra. 
No, no es la adecuada. Caí. Rotundamente he caido en sus trampas pero he escapado a mayor velocidad, tan solo sentí los tentáculos del vicio, me he esforzado a dejarme libre. Adiós a las garras de la bestia. Libertad, lucho por ti con cada gota de mi cuerpo, cada cabello que cubre mi cráneo. 

Lamento muchísimo, lider, oh gran rey, oh gran reina. Te he fallado en mi misión como soldado y no es que la armadura me venga larga o el entrenamiento me venga corto. No quiero decepcionarle, no quiero que piense que ha sido usted la que ha fallado.
Me inclino a disculparme y renuevo mis votos, mis esfuerzos no morirán sin una justa pelea. 
Y usted debe permitirme un viaje milésimo en busca de mi victoria, ahora personal. Siempre tan personal. 
Venceré. Ganaré mi gloria bien merecida. Dejaré detrás todo aquello que en alguna ocasión perturbo la mente de tan concentrado caballero. 
Y aun en este viaje llevo su nombre, su corona en alto. Lo hago acompañada de su majestad, de su grandeza. 

Olvide todo aquello que perturba su mente o acongoja su corazón, porfavor. Deme tiempo y prometo, aseguro lo mejor de mi y en mi próximo duelo, algo más parecido a una victoria. 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Playground.

I felt guilt.

I felt badly for my undone, unspoken crimes. They took place in my mind, they became real. I was a criminal, hidden away from your sight and melting away under another sun.
For the first time ever, I truly spoke about you and now, after that, you feel so less real. You've become a blurry dream, one I am unsure I ever dreamed.

There's a side of me that seeks comfort in your eyes, upon your gaze, between your arms. Where is that side now? It feels lost but yet, it's here.
For the first time in what looks like a lifetime, I had a dream and it had nothing to do with you.

We were together, as we usually are. We, not us. We were never alone. We lived surrounded by friends, family, a driver.
In my dream, we walked together side by side and on a cab, traveling somewhere. We drove past a known clothing store, I laughed only wishing to become the echo of your own laughter.
He was joking and I poked at him, we played. We were children playing around.
Strange enough, we arrived somewhere and a kids party was being hosted but we had our own game. We hid, we walked, we discovered the house, the farm, whatever the place was.
My family began asking questions about you, about an non existent 'us'. I frowned, I freaked.

I tried to find you. I ran, I looked and I found your eyes. We grew closer and closer, your eyes still meeting mine, our eyes locked. I could even feel you breathing heavily.
My heart didn't rush, it raced nowhere. It kept calm and moved on. It has never been truly you, never completely him.

We didn't kiss. I pulled apart.
You did too. You were late, you were supposed to be home by seven.
We drove back to your house, I couldn't get away from you. I don't know why, I can't explain. I just wanted to keep sharing with you.
We were there, again, never alone. You live in a green complex, as many others. Your parents where angry and their tongues felt like a burning hell. Your friends- who were somehow there- and I, we stood by your side.
And just then I woke up.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Quotes to remember.

"Liv scrolled through the results. There was nothing there. Josie Gray was the name of a sportswear hoody and there were a few Facebook profiles. Nothing else. "


martes, 11 de septiembre de 2012

Frases para recordar 1.

Me volví a encontrar con una vieja lectura inconclusa, delgada como una gruesa capa de cebolla y he querido guardar algunas frases que de otra forma, pasarían al olvido -aunque no con facilidad.
Espero se me de el hábito de escribir las frases en un mismo lugar y yo creo que en algún lado se empieza: aquí, ahora.

"Beben ese vino particularmente espeso, y tú desvías una y otra vez la mirada para que Aura no te sorprenda en esa impudicia hipnótica que no puedes controlar. Quieres, aún entonces, fijar las facciones de la muchacha en tu mente. Cada vez que desvíes la mirada, las habrás olvidado ya y una urgencia impostergable te obligará a mirarla de nuevo. "

"-No... No me toques...
-Aura... te amo.
-Sí, me amas. Me amarás por siempre, dijiste ayer...
-Te amaré siempre. No puedo vivir sin tus besos, sin tu cuerpo...
-Bésame el rostro; sólo el rostro."
Aura, Carlos Fuentes. 

sábado, 8 de septiembre de 2012

Te tengo que dejar ir.

Te tengo que dejar ir. 
Con o sin esfuerzos, con trabajo, con esmero, con dedicación. 
Dedicada no a pensarte, sino a olvidarte. Ya no quiero tener que encontrarte.

Eres un sueño que hice en un día mediocre, un día y te volví todo lo que deseaba. Y me equivoqué.
No sé cómo, ni el porqué, aunque ya me sabía mis rumbos, conocía el final del camino y aun así fui a perderme, a hundirme con todo y todo en un charco que por instantes, parecía mar. 
Parecías profundo, cristalino, un oasis, justo lo que necesitaba, lo que vengo buscando desde tiempo atrás.

No. No lo eras, no lo fuiste la primera vez, ni tampoco la segunda. ¿Qué puede ser diferente una tercera?
Así que debo dejar de ver. Éste iluminado callejón sin salida, aunque de brillantes y cálidas luces que invitan al amor, no brillan para mí y al final, a mi juego o al tuyo, las paredes se siguen cerrando al final del camino, sin intenciones de partir. 

Nadie, nada se retira más que yo, que vuelvo, esperando que todo aquello en lo que tengo fe, a lo que le tengo terror, no sea cierto. ¡Qué nunca se cumpla! Que mis justificaciones sean en un momento temores insensatos e insensibles. 
No un momento, una eternidad. 

Solo necesito más fe para uno que para el otro. 

jueves, 30 de agosto de 2012

Comeback.

¿Qué puedo decirles? Los he dejado en el olvido. Ni siquiera a ustedes, a mi pequeño mundo, al que parece deje de recurrir.
Nunca. Imposible. No quiero pensar en el día en que escribir deje de ser ese hombro escuálido o grueso y fortachon. Ese día pierdo algo más que mis palabras.

A veces subo y vuelvo a bajar, como es normal. Hay días que pasan y solo los miro en caras ajenas, hay descubrimientos, confesiones que se hacen o se mantienen en silencio.
Hoy les digo, algo es diferente. 

lunes, 18 de junio de 2012

'Dearie, everything comes with a price.'

Intento no hablar del tema mientras intento enfríar la ardiente lava que siento en el estómago, molesta y casi dolorosa, casi tanto que me hace retorcerme, un dolor insoportable e inborrable.
Intento, intento, intento. Respiro, deseando calmar a la bestia.
La conversación no es ni mucho lo que importa, al menos ya no. Le había dado una oportunidad, una de tantas y sabía que no sería la última vez pero lo había desechado. Me había herido, me había molestado.

Ahora solo me quede quieta para tiempo después permanecer así, con un libro entre mis manos, las paredes más frágiles y fuertes del mundo que son hojas de papel. ¿Quién lo diría? Ah sí, yo.
Entra mi compañera de cuarto y me mira alegre, al parecer quiere acompañarme mañana en el camino, incluso si los destinos son diferentes. Le dedico una sonrisa pero siento que mis ojos se humedecen de resentimiento y de coraje, así que casi notando que mi sonrisa es amarga, la borro de mis labios, mordiendolos con fuerza para no delatar alguna otra expresión.
Con la voz calmada como se puede, le digo que no importa, que no se moleste que mañana me quedare en casa.
Ella me mira extrañada. No hagas preguntas, no hagas pregun...
-¿Por qué no saldrás?- dice pronto y deseo soltar un quejidito, una grosería, lo que sea es bueno.
Y a la vez, quiero decirle la verdad. Se lo explico, como siendo Cenicienta, no podré llegar al baile porque el hada no decide aparecerse, que he perdido la fé casi por completo. Luego me detengo, preguntándome si aquello es cierto y notando que no. No es que el hada no venga, es que no hay baile en absoluto.
Eso es mala fé, me recrimino a mi misma. 
-Tengo miedo de aburrile.- digo de sopetón, sin saber de donde sale eso. 

Eso es lo de menos, la mala fé porque mi voz se rompe al decir lo último, le habla en secreto y ella repentinamente se molesta.

No esperaba eso de ella, debo admitir que me sorprende, me hace subir la guardia casi de golpe.
-Yo creo que estás tan enojada que no puedes darle una oportunidad.- y con eso y una mirada que mata, se retira.
Y me quedo sola. 
Ahora me quedo arrepentida de haber comentado algo en primera instancia, molesta, herida, tratando de sofocarme a mi misma, conteniendo el aliento y aquel horrendo nudo de lágrimas contenidas, esperando que la falta de aire o aquel creciente dolor sea de un organo inflamado y que siga creciendo, que con la boca apretada en una línea firme como roca, no pueda soltarse y se vea obligado a expandirse, ese organo, en mi garganta y estallar.
Y ahogarme a mi y a todas mis palabras. 

sábado, 2 de junio de 2012

My thoughts/ sentiments exactly.

-No- pensé- lo que verdaderamente eres es desesperante y algo fácil, todo salvo tu carácter, por supuesto.
La mire una última vez, una oleada de desesperación y arrepentimiento por haberle comentado aquello, pues se sentía tan claro como su amistad se alejaba a la misma velocidad de un coche y yo estaba de pie. Tuve ganas de gritarle y decirle que me arrepentía o mentirle con descaro y fingir que iba dirigido el comentario a otro personaje.
Y no, estaba mal algo en esa escena. Hoy lo sé. No eras tú la que se iba, era yo quien, pensandome cobarde, me había alejado, corriendo como pudiera. No era cobardía, dado que descubro que detrás de mis actos hay sabiduría, no temor.
No te perdí a ti, tú perdiste el pilar de una pared. ¿Lo imaginas? Quitarle una pared al cuarto, así como suena. No te darías cuenta siendo muy estúpida; de un hueco en la pared, de como los muros se vienen un poco hacia abajo. Los demás muros deben ser fuertes para sostener el peso.
Incluso si no soy eso, seré un pequeño hueco en la ventana que te da a la cara y aún así tendrás frío. 


miércoles, 30 de mayo de 2012

Day2. Guilt and surprise. Your walls came down, you knocked 'em down.

-Tengo miedo.
-¿De qué?
- Los días te darán certeza y seguridad pero a mi me la quitarán.
De nuevo nos quedamos en silencio, aquello que se paga como precio.
Arrepentimiento, duda e incertidumbre. Cordura y emoción, ¡Ay, me rompiste el corazón! 
- Yo... espero estar allí, a tiempo; en el momento adecuado. Eso es todo.
Ahora busco tus ojos, tu mirada y tu mano. Los encuentro todos a la vez, y de un apretón, te lo he hecho comprender.

martes, 29 de mayo de 2012

-Stay with me. -Always.

If I were asked, 'Real or Not Real?'
I would doubt and say, Not Real. I think.

Day1. Wondering for how long has that been cooking in the oven.

El cerebro humano tarda tres días en acostumbrarse a lo nuevo. Un lugar nuevo. La novedad. Tres días.
Sobreviví al primero.

No dejo de pensar en ti. Tantas veces que te dije, te comenté lo sencillo que sería que decidieras alejarte de mi vida. Desaparecer de forma más silenciosa me parece imposible, no existe una forma, creo que no.
 El célular simplemente dejará de vibrar, tus mensajes, tus llamadas dejarán de llegar. Ya lo hicieron.
Lo último que quedaba de tu voz, tus palabras a través de un monitor, creo que eso también se ha desvanecido y la velocidad con la que lo ha hecho, me parece impresionante.
¿Qué me queda de ti? Todo me lo quitaste con el tiempo, hasta ahora me doy cuenta. Claro, las cosas no cambian de un día a otro, a veces sí. En estas cosas no.

Tus ojos me dejaron de enseñar tu mundo, tus colores, dejaste de compartir tus ideas, cuando perdí tu número, no te molestaste en decírmelo de nuevo. Y te lo pedí.
Lo más reciente: tu 'perdida de interés'.
Dejaste de preguntar por mi. ¿Esperas que no me duela? Y además, me doy cuenta que todavía me reclamabas si es que yo le restaba valor a lo que me decías.
Ahora quisiera decirte- quisiera pero no me dejas, no me dejo a mi misma.- que .
Lo que dices son palabras huecas y vacías, el problema es que para mi tenían el mismo significado, el mismo peso y la carga de valor.

Hoy me hice un millón de preguntas y se resume a simples ideas.
 ¿Cuándo dejaste de estar cansado de tus días y te empezaste a cansar de mi? O el hecho de que, no hace más una semana o dos, me dijiste 'Siempre'. Quiero evitar el bufido que sale de mis labios de recordarlo pero la vida es una ironía. Yo te dije que eso era mucho tiempo y mira que me enseñaste que tengo razón.
Ya cambiaste de opinión.

Al menos suspiro de alivio, como lo hice al preguntarte que estaba mal, por unos segundos cuando te hundes y consigues nadar a la superficie, una bocanada de aire fresco; Yo juraba que tu serías quien rompería la promesa, aquella de que ambos nos heriríamos uno al otro, donde apostaba mi suerte a que tu me lastimabas primero.
Al menos no he sido yo.
No sé que tanto cambia  las cosas pero intento convencerme que es mucho mejor, incluso si aún cargo el peso de mi culpa sobre mis hombros, un peso que no pretende desaparecer. Creo que eso no me abandonará.

viernes, 25 de mayo de 2012

Una taza de café vacía.


Te miro a través de una mesa cualquiera de cristal del café donde siempre, acomodando mis brazos en el cristal de forma ordenada, como una niña nerviosa que acomoda sus útiles a principio de curso escolar.
Me miras de vuelta, serio al principio y después con esa magnifica sonrisa que tengo ganas de responder pero recuerdo que me haces daño y prefiero no hacerlo. Tu sonrisa desaparece con la resistencia de la mía.

Con un suspiro estiras tu mano a través de la mesa, buscando la mía y en respuesta me alejo, el respaldo de la silla me detiene contra ti.
-¿Sucede algo?- me preguntas y me miras confundido, como si no entendieras de que te hablo.
Te miro mal, con recelo y enojo, con coraje. -¿Acaso estás ciego? Porque tienes que estarlo para no saber qué está mal.
Alejas la mano y te inclinas en tu respaldo, cruzando tus brazos sobre tu pecho con una expresión de aburrimiento.
No puedo si no pensar que eres un poquito idiota.
-¿O es que no te importan mis sentimientos?- pregunto herida de tan solo pensarlo.
-No es eso, es solo que...

Si lo es y al parecer, yo también estoy ciega si tanto me ha tomado descubrirlo.

jueves, 24 de mayo de 2012

Es de esas voces que no se escuchan.

Lo siento tanto, por abandonarte en el olvido y recurrir a ti como último recurso. Sé que eres quien verdaderamente permanece ahí, que lo harás hasta el fin de los tiempos, hasta que deje de quererte. Aquí estoy de nuevo, buscando el consuelo entre letras e ideas que parecen tropezar con otra y otra, formando una red que termina por entretejerse con tal delicadeza y fuerza al final, que no encuentro salida.

Me siento asfixiada y sombría, me siento nuevamente triste y he estado tanto tiempo- o eso parece- en lo alto del barranco que de mirar abajo, he perdido el balance y siento que me caeré al vacío y no espero una caída suave.
No hay nadie abajo, ni al final que me sostenga, solo yo, solo tu, mi diario, mi amor, mis palabras.
-¿Qué te molesta?- me preguntas, estirando tus brazos, hundiendome contra tu pecho, jalando mi cabeza con fuerza hasta hundirme en estos. Ni siquiera me molesta y cierro mis ojos.
-Todo.- respondo con facilidad aunque sin delatar demasiado.
-¿Qué?- preguntas y suspiro aliviada, sabes que quería escuchar esa pregunta para desatar la marea, soltar los cables y dejar que todo se venga abajo.
-Pues, lo primero son mis...-me muerdo el labio, pensando en como decirle.- mis... conocidos. Mi tablón de relaciones, si sabes a que me refiero.- me alejo de tu pecho y me río suavemente, sin mucha gracia.- Es que sé que lo entiendes. Ah, me habían dicho que iríamos juntas. Supongo que en parte es porque tengo tanto tiempo libre que tenía ganas de ir, que es un lugar que me recuerda a mis sueños, además de que no las he mirado desde hacia meses, además de que con ella de vuelta, prometía cercanía. Prometía comodidad. Y no me dijeron al final, fueron sin mi, me olvidaron... y tuvieron el descaro de publicarlo, sin pensar en mi.
Me siento mal de pensar eso porque eso claramente no ha sido de mi, sobre mi... ya entiendes. Era por ella y tenía tantas ganas de escucharla, de verla, de notar como se hace el cambio, como es posible.
Me siento abierta, herida, me siento ignorada como en los días de antes. Descubro que todo aquello que me dijeron, aquello de que 'valía mucho' y que 'no cambiaba con el tiempo y eso era magnifico' son solo palabras huecas- digo esto último con recelo claro en la voz, casi escupiendo las palabras como si me hubieran dado un golpe con tal fuerza en el estómago que me dejaron sangrando por la boca. ¿Cómo se que no lo han hecho?- Claro que ahora entiendo que decían, que era bueno que siguiera siendo ese árbol que ignoran en buenos momentos pero cuando necesitan, se acobijan junto a mi. La misma niñata estúpida que sigue estando con esas 'amigas.'

Hago una pausa sin gusto, respirando con fuerza y conteniendo el aliento porque se me han humedecido los ojos con lágrimas de dolor y de coraje.
Me abrazas de nuevo y me jalas hacia ti, me río con más ganas por tu esfuerzo de alegrarme.
-Ah, no debería importarme tanto, ¿verdad?- me digo a mi misma, permitiendome abrazarla de vuelta, dado que sí, es una chica jóven, mi mejor aliada,  de 19 años. Tiene el cabello largo, ligero y sedoso, ondulado de forma natural en un color castaño avellana.
Luego de unos momentos, me alejo y me quito las lágrimas de la orilla de los ojos.
-¿Eso es todo?
Te miro los ojos y quiero decirte que sí, dado que me siento una llorona pero niego con la cabeza.- Quisiera pero no.
-Cuéntame.- me dices sin abrazarme, acariciandome el cabello con delicadeza.
- He tenido esta conversación con otra de mis amigas, sobre el hecho de que me incomodan sus amigos. No se lo he dicho, ni planeo hacerlo, ni por asomo. Se lo he comentado pero no dejo de pensar que ella me diría...
'Jamás te han gustado mis amigos'
'Bueno.-'
 'Quizá yo también criticaría a tus amigos, si tuvieras alguno más que yo.'
Levantas las cejas tan sorprendida como yo y asiento.- No lo ha dicho, no creo que lo diría realmente, ella... no podría decir algo que lastime a alguien pero ya ves que yo puedo por ambas. Me lastimo de pensarlo y de tan real que me parece.
-No puedes saber lo que ella piensa.
-Bueno, supongo que no pero... no sé. Ah, hay otra cosa. Él.- suspiro profundamente y pongo una mueca.- Ya ni sé... Me esmero tanto en creer cosas... como el que me he contenido por él. No sé a que punto eso sea cierto, supongo que alguna parte debe serlo. Igual hubiera hecho las cosas de la misma manera... creo. No sé. Y me siento estúpida de nuevo, ¿siempre se reduce a eso?- pregunto mirandote esperanzada de una respuesta diferente a SI. Niegas con la cabeza y sonrío débil.- No sé que tanto valga la pena. Sé que está enamorado de Monterrat,- digo entre dientes.- y que salen juntos y... eso.
Hay tanto que nos separa, ¿qué nos une? ¿qué gano de todo esto? No es que sea egoísta, aunque sí lo soy pero él ha ído, ha recorrido caminos más largos y yo ni he dado pasitos. Ni eso. ¿Qué gano? He empezado a pensar que quizá aquello me esté deteniendo. No me ayuda, solo... me detiene y a él no. Dice que lo hace y no pretendo, ni quiero desconfiar de lo que dice pero... sé que tengo la razón. No lo detengo.
 Además de que no parece interesado, no como antes.
Me sienta mal eso, me siento... despreciada. No debería, ni debería soñar que él me enseñará a caminar. No sé si quiero que lo haga.-

Ahora verdaderamente bajo la cabeza y me giro, mirando la pared porque mis ojos se han humedecido por completo y he empezado a sollozar. Oh dios, me vengo en pedazos. 
- Quiero cambiar todo eso pero no sé como. No sé donde empezar ni estoy segura de querer dejar todo eso. A él en especial, que las primeras me dejan a mi.
Objetos de segunda. 

miércoles, 11 de abril de 2012

Gleek Guy.

Quiero escribir esto, solo para poder recordármelo a mi misma en un futuro, de ser necesario.
Ya sabemos como funciona todo, como con una mirada o una plática tuya me vuelve el estómago y se acelera el corazón, como con la misma facilidad que me ataca el nerviosismo, me ataca la paranoía.
Todo porque en tu entorno, mientras me escondo a la distancia, hay personas que he conocido y sé que tienen carácter parecido y tan brutalmente diferente al mío.
Les busco semejanzas, entre la oscuridad de una y la desvergüenza de la otra, me esfuerzo para descubrir que podrías encontrar en ellas.

Hoy me llega una oleada de frescas y nuevas ideas que me llenan con su calidez, una tonta promesa de agradarte, no por las cosas que me faltan si no, las que ellas carecen.
¿Sabes que me ha encantado de ti? Como te encojes del mundo, como vas cabizbajo, como eres discreto con tus miradas sin embargo, te aseguras de que no pueda dejar de mirarte. Como de una forma vaga, extraña y nerviosa, me pides que me acerque y que permanezca.
Como creo que a veces temes que te haya perdido el interés.
Hoy, incluso, juraría que vi un ligero reflejo de celos en tus ojos.

Así que recordaré que quizá, no sea lo que ellas son y la extraña mezcla de las pocas cosas que si soy, te parezca, mínimo, interesante. Las similitudes de nuestras personas, algo que le da valor a las miradas que compartimos, a lo poco que hablamos.
Soy luz, soy cálidez, soy adorable. Aunque haya hablado contigo en severas ocasiones, eres extrañamente distante y silenciosa.

viernes, 23 de marzo de 2012

Quisiera ser parte de tu realidad, de tu verdadera existencia, no solo de la esencia.

Había llegado tarde a su clase, como hacía de costumbre, distraída por la presencia del extraño y encantador muchacho que le hacía sentirse anormalmente familiar con un semi-desconocido, quien le respondía con miradas y sonrisas tontas, tonos demasiado alegres y una falta de velocidad cuando ambos se cruzaban.
El parecía esperar que ella se moviera, que se adelantara como hizo la primera vez pero hacía meses desde eso, cuatro meses casi por completo y conforme pasaban los días, esa decisión y certidumbre de acercarse a hacer la conversación trivial que esperaba desembocaría en algo íntimo entre ambos, se alejaba de ella como el día en que lo conoció, se alejaba con prisa pero no lo suficiente para que no se diera cuenta.
Estaba al tanto de que sus oportunidades se le escapaban de las manos y se sentía inútil, imponente ante la situación. Él esperaba algo de ella y ella descubrió que no, no le gustaba que la gente la mirara ansiosa, esperando algo sin que ella supiera el qué.

Todo eso le pasaba por la cabeza cuando rompió con una 'perfecta sincronía' una vez más y arrepentida, discretamente se mezcló entre alumnos callados que miraban atentos a la clase.
Ella prestó atención, imitando a los demás y pronto descubrió que la teoria de clase se había convertido por completo en práctica.
Interacción alumno- alumno, de forma íntima y cercana, uno tocando el otro con sus manos, el otro sin hacer más.
Sintió un calor en las mejillas y la garganta que hacía pensar que el aire se había vuelto tóxico de un momento a otro y buscó en los rostros ajenos en busca de la misma reacción pero a nadie le pesaba.
A nadie le importaba, salvo a ella.

Su siguiente reacción fue bajar la cabeza y con ello la mirada, su teoría de evitar el contacto visual le resolvía problemas en mínimas ocasiones, comparado con el número de problemas que le traía pero de nuevo lo intentó y la flecha se dirigió a la compañera del lado, una muchacha valiente que se recostó en una mesa levantada.
Parecía que la maestra irrumpiria su espacio personal con prácticas que poco deseaba recordar. Respiración de boca a boca, ¿qué sentido tenía?
Ahora se sentía atarantada, nerviosa y aún asfixiada de forma incomprensible pero mantuvo las manos cerradas en puños y consiguió superar el ejercicio.
Pero eso ni por poco le preparó para lo que vino después.
Una orden de la menuda maestra al frente del salón, un montón de personas que se levantaban de su asiento y hacían gestos a sus compañeros: me he quedado sola.
Ella miró a su última esperanza, una chica igualmente abandonada que le devolvió la mirada y casi se sentía llenar de alivio cuando alguien del otro lado de la pequeña habitación le grito a la muchacha que miraba que fuera su compañera.
Una ola de recelo y disgusto volvió a nacerle del estómago por esa mujer.
Ahora enserio se quedó sola y se devanaba los sesos por recordar cuantos eran en el salón, paseando la mirada para saber si se haría un trío o estaba definitivamente por su cuenta.
No lo supo, se veía distraída y ausente e incapaz de hacer algo más que sentirse al borde de un ataque de nervios.
No quería que la tocaran, le daba vergüenza que alguien pretendiera acercarse, un temor que poco sabía tener pero en ese momento era palpable, tanto que era incómoda la situación.
Además, si eran ejercicios de respiración, temía que alguien más se le acercara demasiado.
En ese momento, ella era una completa cobarde, inundada por sus miedos que parecían amenazar con salir a la luz y cuando vió estaba de pie, sin saber bien que hacer con sus manos, mirando indecisa a todos y a nadie.
Y sus ojos se detuvieron en la puerta.
'Eso, sal de ahí'. Asintió para si y se adelantó hacia la puerta, se sentía asqueada y nerviosa, casi quería correr   el escaso metro que la separaba de la puerta pero hasta así, un muchacho que se hace el bufón, se le pone de frente, abriendo los brazos e interponiendose entre su salida.
'¿Es enserio? No, esto no es una película. Eso debería ser imposible.' La muchacha se rió con fingida diversión, una risa corta, se le avecinaba el miedo por la garganta, quemandole el pecho al haber subido desde su estómago.
-Eh, quitate- le dijo con decisión pero con una sonrisa, quitandole algo de rudeza a sus palabras, habladas entre dientes.
El muchacho se rió y la chica dió un paso adelante, el muchacho retrocediendo el mismo.
'No tiene ni una pizca de gracia'-Quítate.- repitió, notando que alzaba la voz o que el murmullo de los compañeros en parejas se reducía, sentía unos ojos puestos en la improvisada escena.
Y dió otro paso y ambos bailaron, repitiendo el anterior movimiento.
Un gruñido le salió del pecho, así como la fuerza le nació del calor que le quemaba las venas y empujó violentamente al muchacho a un lado de la puerta, presionandole el hombro y haciendolo desestabilizarse.
Y abrió la puerta sin girarse, echandose a correr.

(...)
¿Cómo consiguió eso? Se apretó las piernas contra el pecho con más fuerza, casi hiriendose por intentarlo pero no dejaba de verlo, como se apanicó, como se sentía humillada y el intento en vano de escapar sin que nadie lo viera.
Estaba segura de que muchos, si no todos, estaban al tanto pero esperaba que no vieran más que una chica que tenía prisa de salir.
Sin ninguna razón en especial.
'Como desearía que eso fuera cierto' pensó y recargó la cabeza contra el pilar de concreto, cerrando los ojos.
-¿Qué haces aquí?- preguntó una voz y abrió los ojos, el extraño muchacho de cabellos chinos y unas facciones divertidas, le miraba fijamente a los ojos, casi con dureza.
Ella se sobresaltó, poco hablaba con él, mucho menos de aquella manera tan directa, exigente.
-¿Eh?
- Saliste corriendo- agregó, aun clavandole la mirada.
Ella asintió, insegura.'¿Cómo lo sabía?
- ¿Qué te dió tanto miedo?
Ahora lo miró con curiosidad, su corazón parecía pasar por una serie de cambios inexplicables.
- Bueno... me sentí expuesta. Me golpeó con violencia, no estoy lista para muchas cosas, cosas que creí quería... no sé. No es propio mío, parece un miedo casi infantil.
Miró los ojos del muchacho con cabellos chinos, sus ojos parecían adquirir comprensión mientras ella le hablaba y una sonrisa le salió en los labios, mientras estiraba una mano para tocarle los rizos al 'extraño'.
- Creo que entre más días pasen, más tiempo pase, esa oportunidad se habra ido, se hará una pesadilla.
El la miró sin entenderlo, acercando su rostro para recargarse en las rodillas aún flexionadas, más lejos de su pecho, de la muchacha.
Entrelacé uno de mis dedos con uno de sus mechones y sopese el decirle el resto de la oración.
- Siento lo mismo contigo.- le confesó ella en voz baja pero estaban tan cerca que el parpadeó, perplejo del contenido de sus palabras. Continué.- Hablar contigo parecería tan fácil pero... los días van y, creo que te he perdido. Como he perdido eso... temo que la primera persona a la que quiera lo sepa. No puedo decirlo en voz alta- le expliqué, notando como sus cejas se hundían en confusión- no quiero caridad, no quiero causar 'ternura' en las personas. Quiero pensar que no me delato pero lo hago con tal descaro...
Lo último que miré fue una expresión de perplejidad tatuada en el rostro del muchacho.

martes, 21 de febrero de 2012

Podría morir extrañándote.

Y esa tarde no llegó.
Me sentía cansada, angustiada y desesperada, costándome el doble de trabajo poder pasar aire a través de mis pulmones, sus palabras retumbando en mi cabeza.
>> Debería dormir más temprano, porque se hace tarde y término extrañándote. Podría morir extrañándote.>>
Cerré mis ojos, mi corazón parecía later con lentitud, casi causandome un hueco en el pecho con cada extraño movimiento que antes pudo haber sido natural.

Mis labios se sentían resecos, como cuando falta agua, parecía faltar la dulce miel de su aliento y el tacto de sus labios, que de solo recordarlos me hicieron estremecerme empezando por la espina, subiendo lentamente hasta mi nuca, dejándo rastro de una invisible e insípida gota de sudor frío.
Sabía que sus ausencias serían necesarias, lo sé, quería decirselo todo el tiempo.
-¿No me extrañarás demasiado? No quiero dejárte sola.
-No lo haces, jamás. Comprendo las razones y son mejores que nada. De no irte, te correría.
Pero lo que quería hacer era decirle parcialmente la mitad, mentirle sobre sus ausencias porque igualmente, solo quería poder decirle:
-Desearía, en verdad, que jamás te fueras de mi lado.

Dos Caras.

Sin poder evitarlo, reparé que ya las miraba con reproche, a las tres chicas lindas y de apariencia inocente que sabía eran lo opuesto.
Habían dejado su inocencia detrás, de haber existido.
No quería mirarlas de esa forma pero las tres se miraban entre ellas, incluso me sentía apartada, estando apenas un sillón frente a ellas, mirando esas sonrisas de dientes perla que fingían alegría o de ser un sentimiento honesto, no comprendía su razón.
No eran más mis amigas, eran pequeñas desconocidas, como un recuerdo que no terminas de recordar salvo que ellas se veían tan peligrosas como avispas con un agijón.
Incluso sentí cierta inclinación hacía los insectos, por un momento dando la apariencia de ser menos dañinos.
Repentinamente, me encontraba buscando desesperadamente un escondite, un pretexto; una salvación.

domingo, 12 de febrero de 2012

So... friends? Yeah, for sure.

Alain se acercó hasta mi, rodeandome la cintura con sus brazos con dulzura, recargando suavemente su barbilla sobre mi hombro.
Me quedé quieta, cerré mis ojos, sintiendo su respiración parcialmente sobre mi cuello, su calor por encima del mío.
-No quiero perderte, no quiero herirte. No quiero que te vayas, jamás. - murmuró en voz baja y muy, muy suave y dulce. 
Sonreí, sin abrir mis ojos le dije. - Jamás es mucho tiempo, no sabes que querrás..
-Pero..
-No me perderás. Fácilmente puedes hacerme daño, pueden... primero me harás daño tú, que yo a ti. Lo prometo.

Siempre ha sido así, después de todo.

¿Puedo decirte algo? Estoy decepcionada.
De todos podía haber esperado algo como eso, de todos menos de ti.
Creí que eramos amigas, importantes, cercanas. Compartir tantas cosas, ser parecidas. La forma en que ambas mirabamos al mundo.
Pero... me equivoqué.
No fue una crítica de razón, si no de corazón.
No daré todo, mi tiempo, mi entusiasmo para que no lo mires. Las amigas no son así, al menos no las mías.
Incluso si eso me deja parcialmente abandonada.
Lo que quieras de mi, no volveré a prometerlo.

sábado, 28 de enero de 2012

Notas del Autor.

Solo quería comentarles-por si les interesa.

Sé que la mayoría de mis entradas no tienen continuidad y en este caso, se van a presentar una serie de entradas que juntas formaran una historia corta... personajes repetidos a través de diferentes momentos.
Hasta ahora este es el orden:
  1. Reflections.
  2. What Can Be Done With a Passive Heart?
  3. I hope you slip & fall over my heart.
Er... eso es todo por ahora! (: Tengan una buena semana humanitos.

I hope you slip & fall over my heart.

Un mes después.


Periodo libre, uno de muchos.
De nuevo sentada, su mirada perdida entre las cabezas de gente desconocida y algunos rostros familiares.
Mi mirada tratando de encontrar alguien que mostrara interés o en quien mostrarlo. Ambas funcionarían.

Y en la espera miró a un chico bastante bien parecido, con una sonrisa apretada entre sus labios, marcando sus comisuras. Era una sonrisa coqueta y juguetona, incluso si el no lo quisiera.
Claro que lo quería pero ahora parecía más bien una costumbre suya.
Se acercó a mi, tornandose repentinamente serio de forma casi ofensiva.
Rodé los ojos.
-Herbert, ¿tienes que ser tan molesto?- pregunté levantando mis ojos hacia la figura de pie, sin mover la cabeza.
-¿Acaso soy molesto?- sus cejas juntandose, una sonrisa de nuevo aunque sabía que deseaba escuchar lo que creía la verdad: 'No, no lo eres.' 'Todas piensan que eso te hace tremendamente atractivo'
-Si, un poco.- sonreí y me encogí de hombros.
Igual que el. -¿Has visto a Mil?
Mil, Milena. Una chica menudita que era amiga de ambos -y de quien yo sabía él estaba enamorado.
Negué con la cabeza, mirando al frente para mirarla bajar por las escaleras, dando pequeños brinquitos alegres.
Herbert gruño suavemente con su garganta.
Yo los ignoré, tomando mi bolso y dejandolos solos.

Más tarde, dejaba la cafeteria con un café entre mis manos, cuando sentí algo moverse en el bolsillo de mis vaqueros.
Me detuve sorprendida, haciendome rápido del pequeño pero ruidoso aparato.
Miré la brillante pantalla, 'Luka.' Supe que tenía que contestar.
Había evitado hablar con el dos días antes, ignorando sus mensajes pero era mi mejor amigo y eso no se hacía con fácilidad.

Me lleve el aparato a la oreja, buscando una banca donde acercarme y dejar mi bolso.
-¿Luke?
= Anni.
Cerré mis ojos de escuchar su voz.
-Co... ¿cómo estás?
= Extrañandote, no pude hablar contigo, ¿esta bien tu celular?
-Pierde la señal con fácilidad.
= ¿Mis mensajes?
-Llegaron un día después, no tenía mucho sentido. Lo siento.- mentí con desgana, mi atención atraída hacia ese cabello que resaltaba a una distancia poco lejana.
Su atractivo cabello mieloso, sus gafas con marcos cuadrados.
Sonreí.

miércoles, 25 de enero de 2012

Meh dreams are meh only curse.

I dreamt a dream... 'bout you and me
Where I though of times
and hoped for your laugh

I remember once sayin'
'just being with him,
sharing his hope and his sharing his will'

And oh, who'd knew
my dream would come true
and sooner than later,
we're closer to you.

Yet misfortune stays
as you turn your eyes onto her
and yet I don't care
after all, what did I say?

Poetry is not my thing-people! Did meh best.