viernes, 11 de noviembre de 2011

What can be done with a passive heart?

Él se sentó a su lado y ella se limitó a dejarlo quedarse ahí, parecia que a el ni siquiera le interesaba saber si contaba o no con su atención puesto que ella hacia obvio el hecho de que no le preocupaba atenderle.
  Paseaba la mirada de un lado al otro, acomodando sus brazos sobre el cemento y recargando su mejilla sobre sus brazos, mirando al lado, mirando a la gente y aún, escuchando muy vagamente las palabras del muchacho.

Y ahí estaba, en el corredor del piso inferior distinguió de inmediato la figura del jóven y atractivo muchacho, sus ojos se abrieron ligeramente, una sonrisa fue reprimida mordiendose el labio aunque pareciera que lo hiciera de forma coqueta frente al chico que le acompañaba, él era la mínima razón de esa sonrisa.
Todo era culpa del chico que le gustaba.
¿Su nombre? Realmente no lo sabía, tan solo lo había mirado un par de veces y había encontrado la forma de su cuerpo, su cabello y su rostro demasiado atractivos.
Y eso no significaba que no le hubiera gustado conocer su nombre pero no se atrevía a algo más que mirarle a la lejanía, donde aún existían ambos, ella, encantada por sus andares y él, ajeno e ignorante del gusto que le daba a ella el mirarlo.

Ahora, él era un chico alto, le llevaba quizá media cabeza, 8 centímetros tal vez, de tez pálida y de cremosa apariencia, cabello corto y un tanto dejado a crecer, de modo que lo más largo alcanzaba cercar sus orejas y éste, además, era de un castaño claro, cobrizo, mieloso, algunos incluso le dirían rubio pero a ella le desagradaba la descripción. No era lo suficientemente acertada, vaya bobería.
Sí era él, rubio, entonces era yo, de cabellera azulada, no castaño oscuro/negro.
Ya comprendeís.
Él también era bastante delgado, vestía con sencillez, playeras y jeans, en ocasiones las playeras mostraban los huesos de su espalda, donde su delgadez se dejaba mostrar.
Su rostro, era un rostro ovalado de barbilla ancha y labios más amplios que el resto de las facciones de su rostro, una nariz recta y ojos castaños, siempre detrás de unos lentes bastante hipsters, con marcos negros y de forma casi cuadrada.
¿Qué no le hallan el atractivo? Pues ella sí.
No me malinterpreten, no es como que mi corazón olvidara latir de tenerlo ante mis ojos- pensó, enfatizando ese detalle.
De hecho, hacía tiempo que había olvidado esa sensación, últimamente su corazón sólo latía.
Nada más.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Reflection.

Estaba sentada, las piernas colgaban sobre la parte externa del edificio, desde el segundo piso casi a última hora. Ella estaba sentada, moviendose de lado a lado casi de forma imperceptible, al ritmo de una canción que era su única barrera contra el mundo, contra los ruidos y murmullos excitados de sus compañeros de clase.
Cabe mencionarlo, es un tanto de una persona solitaria. ¿Es molesto? No, incluso, en ocasiones, el problema era la compañia.
Por eso, ella, sentada con las piernas en un hueco del asiento de concreto, se vió sorprendida e incluso incómoda de sentir que alguien le cubría la vista con sus manos, presionando y jalando a la vez, ambos auriculares de sus oídos.
-Eh, ¿qué haces?-preguntó de mala gana.
=Uy. ¿Quién soy?- respondió una identificable voz masculina que parecía insistiente.
-Molesto.
Escuchó la risa del mismo locutor; insistente y divertido.
=Tienes una segunda oportunidad, ¿deseas usarla?
-No, deseo que me sueltes- respondió ella, moviendo violentamente la cabeza, tanto que se golpeó la barbilla con el concreto.
Eso no lo ponía a quien fuera, en su lado amable.
Ella se giró, inclinando el cuerpo y mirando el rostro familiar, dueño del de la voz desconocida y con una mano, sobándose donde recién se había herido el mentón.
En cuanto a él; se habían conocido a penas el fin de semana, en una fiesta. Él se había mostrado interesado desde el primer momento pero no estaba en sus sentidos -por buenos o malos que fueran- y la pregunta era, ¿acaso debía reparar en la atención que le daba cuando ni siquiera recordaba su propio nombre?
Bueno, no. Y quizá tampoco estaba tan perdido y aunque en su momento la había hecho sentirse halagada por sus atenciones, ahora se sentía más bien incómoda, había esperado el fin de semana que sus 'pasiones' se desvanecieran con una dolorosa y eterna resaca matutina.
Había esperado en vano, según parecía.

martes, 8 de noviembre de 2011

Sidetracks.

A veces me siento tan increíblemente perdida, como si hubiera estado todo el día en el sol, imaginarán la calidez, la sensación en mi piel.
Siento que cerré mis ojos por un segundo y me robaron el sol y en su lugar está el frío glacial, mi piel reseca, mis mejillas y cuerpo adormilado.
Literal.
Me sentía... no bien, si no, estable. Me sentía estable y ahora repentinamente me siento molesta, lo noté hace rato, molesta, confundida. No quiero tragarme a nadie en absoluto.
A nadie excepto a quienes quiero.
La risa de mis mejores amigas me alivia de ese frío, incluso cuando no desaparece, se retracta con fácilidad, se olvida en la sombra de su luz.
Y no hay nada como las palabras de él. Cuando estoy con él, como esté, sé que el frío no desaparece, ni siquiera se retracta, sencillamente está ahí pero el me acepta con él y me abraza.
Repentinamente, el frío no me importa en absoluto.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Respuestas no a elección, si no que te fueron elegidas.

Ayer me hacía una pregunta sobre una persona que pudiera amar todos mis defectos. Mis defectos en especial.
No sé ni porque me lo pregunto, yo he podido hacerlo, eso no lo hago solo por ignorar sus defectos, si no que los acepto y los considero una valiosa parte de alguien a quien quiero.
Pero alguien quería darme una respuesta.
Y me la dió con una pregunta:
   ¿Hay un fundamento a través del cual uno puede llevar a cabo su vida entera?
Si, el amor al prójimo.

Si el prójimo es el ajeno, el otro, que de alguna parte es un yo...
No sé donde estés, ni de que forma llegarás pero sé de tu existencia, de tu vida. No te sucederá nada dramático y te quedarás en el camino, en el algún punto, hemos de coincidir.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Sometimes the answer is NO but other times, the answer is, NOT yet.

Hoy estaba considerandolo, repasando las palabras que había escuchado hacía unos días antes: alguien amará tus defectos, tus virtudes, tu forma de ser y le gustará más que a ti. Eso lo aseguro.

No sé como has podido 'asegurar' aquello.
¿Qué si en mi existen más vicios que virtudes? 
No, realmente no tengo bases para no creerme esas palabras pero sencillamente me parece difícil creer en la existencia de una persona así.
  

jueves, 3 de noviembre de 2011

It's about this itch only he can scratch.

Necesito volver a mi zona de comodidad. No, no me importa saber si no me he alejado demasiado, necesito volver a tener, a disfrutar de los efímeros detalles, los diminutos que me hacen reconocerme, los que evitan que me torne en un desconocido cualquiera.

La distancia te hace más daño a ti que a mi. A mi, me hace remarcarte mi rudeza, mi hostilidad. No sé como se interponen ambos, sentido y desequilibrio, en un conjunto incomprensible.
A ti, sencillamente te hace pensar que lo has perdido todo.
Por esa única razón comenzaré con aquello.

Parecería un detalle tan tonto que ni siquiera le presté atención pero tiene sentido. No, ¡enserio!, tiene sentido; sentido de pertenencia.
Jamás te he aclamado como mío, eres humano, mortal, con límites y barreras, virtudes y defectos pero debo recordarte, el saber esto no me quita las ganas de decirte que para mi, eres perfecto.
Cabe mencionar, me he desviado del tema principal, pertenencia.
Lo admito, por primera vez, el día anterior, tres o dos días atrás, tal vez, no sé, lo dije por primera vez: Te quiero y te quiero conmigo.
En todos los sentidos.

No me quebraré la cabeza cual niño buscando la forma de partir abierto un huevo de pascua sin herir el cascaron, hoy no.
Hoy lo acepté, que te deseo, te quiero y necesito conmigo y junto a mi.
¿Qué si podría dejarte ir? No sé, comprende, no es un tema de redundancia.
Sólo mi afecto, mi cariño ante tus ojos mielosos, incluso si es el único rasgo que me sé de memoria. Lástima pero mis dedos prometen recordarte por completo ante la primera oportunidad.
Tu fragancia, tus miradas, el sonido de tu risa. Lo recordaré, me negaré a olvidarlo al escucharlo, al mirarlo, al presenciarte de nuevo.
Pero hoy, tan sólo hoy conseguiré dormir de hacertelo saber, jamás consideré la posibilidad de esta embriagante sensación por quererte, conmigo y nada más.

Comeback.

No sé como pero estoy de vuelta, sin promesas, no sé si será temporal o permanente. Estoy aquí y le he hecho algunas remodelaciones al diseño, algo un tanto más navideño, cálido.
Así lo veo yo.
Esperaba poder borrar las entradas anteriores pero creo que las dejaré ahi, una tras otra de las nuevas espero les remplazen, prometo detenerme un día de estos a leer.
Es bueno estar de vuelta, no sé porque, no importa cuantos blogs me haga, este originó todo.
Game On.