lunes, 27 de diciembre de 2010

The Day my Kingdom Fell Apart.

Me sentía como un blanco, en medio de un juego de dardos, yo era el centro que todos querían golpear.
Jamás debí haber elegido un vestido blanco, entre aquel mundo de gente y colores, me hacía demasiado visible o así me sentía en el momento pero ojalá ese fuera el único sentimiento que me asfixiaba pero, ni que tuviera tanta suerte.
Y una vez más en ese día trate de convencerme a mi misma de que estaba perdiendo la cordura y la tranquilidad y que esa impaciencia, esa necesidad cesaría en cuanto mis ojos encontraran los suyos, una vez más.
Respiré profundo y el olor a cigarro, vodka y gente lleno mis pulmones, asfixiandome de sobremanera pero quizá eran los tacones los que me mantenían plantada en el suelo y les aseguro, eso era lo único, lo único que me detenía de darme la vuelta y salir corriendo.
Incliné un poco la cabeza, intentando encontrarle sentido a toda la gente para que mis ojos encontraran la figura que buscaba desde el inicio pero ni siquiera así, le encontré.
Bajé las escaleras y tuve que bordear la barra de bebidas donde un par de chicos ebrios se planteaban si acercarse o no y sin pensarmelo un segundo, me alejé de la barra.
Sin embargo tenía una misión, así que me hice para seguir caminando entre el laberinto de gente, entre las luces blancas, moradas y azules que reinaban en aquella oscuridad, escuchando voces y, la música.
Traté de ignorar el resto y enfocarme en la música, sólo de esa manera conseguiría relajarme un poco, lo suficiente para seguir con la labor.
No estaba segura de cuanto tiempo exacto paso desde mi llegada pero había pasado una hora, más o menos, no importaba pero lo que sí importaba era que estaba trabada en el mismo lugar.
Ya le había dado unas veinte vueltas al lugar, había escuchado las canciones e incluso había sucumbido ante una bebida pero aún no había rastos de... mis ojos mirarón un sillón blanco sobre una de las esquinas, un par de chicas sentadas y tres chicos distribuidos entre ellas, uno de ellos, tenía las manos sobre sus rodillas mientras estaba sentado sobre la mesa y miraba distraído al rededor.
Ese era mi chico.

Miré su rostro, tan frío, tan... serio. Tan ajeno a mí.
Era como mirar a una estatua convertida en piedra, una estatua que alguna vez había latido y había tenido sentido, para mí.
Bajé la mirada y asentí, no me molesté en hablar.
Me molesté en tragarme el nudo que crecía en mi garganta y contener las lagrimas que brotaban de mis ojos y sin decirle más, me dí la vuelta, dandole la espalda.
¿Cómo paso todo? Lo sé, sé que no hay mención al respecto pero fue todo demasiado rapido, palabras demasiado cortas, cortantes...
No saben cuanto deseo el no haberlo encontrado y diario me pregunto sí habría sido diferente, en algo, en cualquier cosa.
Jamás he encontrado una respuesta.
Pero todo... paso. Sin darme aviso alguno o si lo hizo, no le presté atención, me dediqué a ignorarlo hasta el momento en que mi corazón fue partido por una enorme estaca con la que el jugaba entre sus dedos mientras me miraba a los ojos y yo estaba segura, ciegamente segura de que jamás, jamás podría hacerme daño.
No a mí.
Y lo creí firmemente, con cada átomo de mi ser hasta el momento en que sentí la estaca cruzar mi pecho, un punzante dolor que crecía en mi interior con fiereza, que dejaba cualquier rastro de calor reducido a un rastro, al humo que deja la vela cuando su luz deja de brillar.
Algo se cristalizo en mi interior en ese momento, mis ojos claro, se conviertieron en pequeñas esferas de cristal que contenían su rostro, su expresión, su mirada que no reflejaba...
Nada.
Y esa imagen permanece en mis ojos, así mismo con las lagrimas que le acompañan.
Me convertí en una esfera de cristal, encerrada sobre mi misma, las lagrimas formaron el agua mientras que las partículas de nieve son los recuerdos, las risas..
Todo se mantiene girando una y otra vez, deja de doler hasta que le agitan y retoma vuelo, un vuelo que no puedo hacer que se detenga.
Así como no puedo detener el dolor, ni las lágrimas, ni el llanto, ni las memorias, los recuerdos..
Y por supuesto, tampoco puedo detener el cariño, el afecto... la pasión.
La covertura de cristal, las partículas de nieve, el llanto... cada cosa, sea lo que sea que haya quedado de mí, lo que sea que soy ahora.
Con eso te sigo amando, aunque ya no tenga nada que ofrecer.
Aunque de nuevo, ¿en alguna ocasión lo hice?

martes, 21 de diciembre de 2010

Surrender.

Ser frágil, ¿qué es? ¿Debilidad o Virtud?
Ahí estaba, sentada en mi cama, con una pequeña vela que era lo único que evitaba que me perdiera entre las penumbras, que alejaba un poco a la oscuridad de mi cuerpo aunque en ese momento, la vela no impedía que la oscuridad me asfixiara, me helara la piel.
Pero tampoco tenia deseo alguno de luchar contra la oscuridad, en esta ocasión en cambio, deseaba que me arrastrara con ella.
Me sentía tan debíl, mirando la flama bailar ante mis ojos mientras que la oscuridad, poco a poco absorbía todo aquello que me protegía y fue en ese momento cuando mis temores comenzaron a florecer.

A veces pasamos toda una vida, cada segundo desperdiciando culpando a otra persona o peor, buscando un culpable.
Sentada, perdida, sin esperanzas me dí cuenta de que había fallado, había fallado en mi vida de todas las maneras posibles.
Como estudiante, como hija, como familia.
Mi único consuelo era pensar que, jamás había fallado como amiga.
Sin embargo eso no era suficiente pues, también me dí cuenta de que le había fallado a alguien de mayor importancia, alguien que hacía que toda aquella rueda funcionara.
Me había fallado a mi misma.
Esa la razón por la que no podía levantarme, por la que mis ojos miraban la llama arder debilmente, mientras aún luchaba contra la oscuridad, intentaba protegerme.
Quería decirle que no se molestara, que no valía la pena. Hice el esfuerzo, más mis labios tampoco cedieron.
Y, ¿qué era eso? Ahora daba la impresión de que la luz, ahora intentaba luchar contra mí.
¿Qué significaba eso? ¿Me había convertido finalmente en la oscuridad que me rodeaba? No, me mantenía igual pero entonces, ¿por qué me había únido a la lucha?
Paso un minuto de total silencio y entonces supe cual era la respuesta.

No quería rendirme, simplemente había perdido toda la esperanza. Mis deseos, mis expectativas... la llama que latía en mi interior se había apagado.
No sabía como pero estaba segura de que aún no se había terminado, en cambio alguien le había quitado la luz, dejando solo el rastro de humo en mi interior y por eso, por ésta razón, intentaba iluminarme a mi también.
Sonreí debilmente, sintiendome realmente cansada. De haber sido de otra manera, lo habría intentado, pero ya no.
Ya no.
Y cerré mis ojos en señal de rendición.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

A new beginning.

Hacía un par de meses todos los competidores se unierón en un gimnasio nuevo, todos erán rostros desconocidos que se miraban uno al otro sin delatar alguna expresión sincera.
Poco a poco, en cada uno creció una meta, un deseo... y lamento decir que tenían la misma meta, una sola.
Una chica.
Al inicio, fue él quien jugaba, quien bailaba con ella entre sus brazos, una delicada sonrisa se posaba sobre sus labios, alegrando esa monótona expresión suya, el claramente jamás mostro deseos de mantener su compañera de baile, ni mucho menos de juego. Sólo quería presumir aquel hermoso trofeo entre sus brazos pues, mirandose al espejo, veía que era simplemente perfecto.
Pero un día ella le encontró mirandose al espejo, curiosa, se acercó a él con una sonrisa.
"¿Qué tanto miras?" preguntó ella, sonriendo mientras le pasaba los brazos por la cintura y se abrazaba a él.
El miró el reflejo de nuevo, notando los delicados brazos de la chica al rededor de su cintura, aquella perfecta y torneada silueta, se sintió orgulloso de sí mismo.
Ní un dios mismo pudo haber encontrado un trofeo, un accesorio tan bello como aquel.
Miró su sonrisa y al lado de esta, miró al rostro fino y elegante de la chica que le acompañaba y en sus ojos, encontró un brillo peculiar que delataba... afecto, cariño.
Y tan sólo notarlo le hizo estremecerse por completo.
Todo hombre sabía que no había peor amenaza que una mujer con ojos enamorados, una vez dentro, no había vuelta atrás.
Entonces sintió que una ira lo tomaba, lo poseía por completo con una fuerza brutal, así que miró sus ojos con desprecio.
"¿Qué diablos crees que haces?" preguntó él chico mirando a la joven hermosa, enojado.
"¿De qué hablas, amor?"
"¿A-a... amor?!" gritó el ahora completamente enfurecido. Había sido traicionado, peor que una espada por la espalda. Quizá jamás lo había dicho en voz alta pero el mensaje era más que comprensible.
Ella no debía enamorarse.
Y ahí estaba, mirandolo confundida, su cabello castaño cubriendole el rostro mientras su instinto le avisaba que lo que venía a continuación, podía ser todo menos bueno.
El la fulmino con una mirada furiabunda, haciendo que ella misma se estremeciera y se encogiera aunque nada como lo que sentía se encogía sobre su pecho ligeramente, mientras apartaba los brazos de la cintura del chico.
Y sin decir más, el la alejó, mirandola con una mirada que reflejaba repulsión.
Había dejado de ser una hermosa chica, ahora era más como un insecto enorme que pretendía manchar su preciado rostro, su preciada y elevada, reputación.
Quizá todavía había algo que salvar de si mismo sí se alejaba a tiempo, nadie tenía porque saber que había sucedido.
Y eso fue suficiente para que el girara sobre sus talones y con elegantes movimientos, dejará una habitación a la que jamás pensaba regresar.
Todo ese tiempo, dos personas habían presenciado aquella escena. Una chica que miraba en silencio con sus ojos oscuros, analizando cada movimiento pero sin sentirse realmente confundida, quien estaba acompañada de un chico mucho más grande que ella, de cabello al hombro y bastante guapetón que al mirar la escena, se levantó rapidamente y entonces, el partido, la pista de baile, el escenario, se hicierón solamente suyos.
"Va a estar bien" prometió él de manera honesta, con una hermosa y despampanante sonrisa que ella ignoró de manera descortés pero a él no parecía importarle, sus manos facilmente encontrarón el camino a su cintura y la hicierón levantarse, poco a poco, paso a paso, incluso aunque dierán dos y volvieran uno, el la hizo volver a caminar.
Su sonrisa decía demasiado, la chica de la banca pudo comprender lo que se leía en esa sonrisa, era más claro que él agua, como sí realmente estuviera escrito.
'No puede haber hombre más suertudo que aquel que te sostiene entre sus brazos. ¡Pero sí he de ser yo quien lo hace y has de comprender que no habrá hombre más alegre sí te quedas conmigo!'
Eso decían sus ojos, su sonrisa...
La chica de la banca se percato que estaba sonriendo, fascinada.
¿Qué chica en sus sentidos no desearía que alguien le mirara de aquella manera? Sobre todo con aquella perfecta sonrisa...
Miró la escena encantada, hasta que en un movimiento se dió cuenta; se dió cuenta de que la escena no sería la misma, ni mucho menos la sonrisa de ser ella quien estuviera entre sus brazos.
La chica se levantó con una sonrisa melancólica y se acercó a la salida.
Por hermosa que fuera esa escena, ya no era capaz de presenciarla. Sus ojos se vierón lentamente nublados por lagrimas que al cerrarse sus parpados, mojaron sus pestañas y dejarón rodar un par de lagrimas sobre cada mejilla.
Pero ella comprendía y era mejor retirarse.
Con una última mirada al centro de la pista, se alejó.

No puedo creer que de esta manera empieza el inicio del fin. Suena épico ¿ha?
No comprendo porque me siento de esta manera, ni siquiera entiendo como me importa sin hacerlo... ella lo ha dicho: "Sólo esperas que te descepcione más." y esa, no era una pregunta, sino un argumento.
Y de alguna manera tiene razón.
No puedo negarlo, hay algo en su manera de ser que me encanta, me fascina. Cada vez que mis ojos le miran, simplemente reafirman aquella sensación.
'Uh, me gustas demasiado. Tanto que casi es ilegal.' aunque, quizá lo único ilegal de la ecuación es el hecho de que no sé ni porque lo haces.
Pero esa sensación sigué y sigué; simplemente permanece. Mis ojos se cierran y sin quererlo, sin desearlo, siento tus labios tocar mi mejilla.
Eso es todo y debo acostumbrarme, estoy segura de que es tan lejos como jamás llegara.
Y creo que así es como quiero que se quede.
Así ha sido, sólo que ahora me doy cuenta, ahora que finalmente te levantas de la banca y juegas tu partido.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Truth*

Era más y más tarde, poco a poco el cielo nublado de la playa se había tornado un poco más azulado hasta volverse una mezcla de colores morados y azules.
Y ellos seguían ahí, ahora estaban sentados al borde del mar.
Él, Daniel, estaba sentado en la arena con las piernas abiertas, igual que la chica quien también se encontraba sentada solo que las piernas las tenia recogidas y se encontraba recargada contra el pecho del chico, quien le sostenía entre sus piernas y le abrazaba la cintura con cariño, de manera protectora y encontraba cómoda la manera en que podía recargar su barbilla sobre el hombro de la chica, de su chica.

Poco a poco ambos se habían olvidado por completo de la tormenta, del frío y aquel chico de cabello desarreglado había conseguido deshacer a la par el montón de hielo que cubría el corazón de la chica, y aunque ella aún se encontraba resentida y algo adolorida, se sentía protegida y segura.
Y mucho más que eso, se sentía querida.
Por eso no le importaba que las horas pasarán y simplemente disfrutaba la manera en que los brazos del chico se acomodaban a su cintura o su espalda se amoldaba a su pecho.
Así mantenían una platica tranquila pero, sincera.
"No desistiré hasta que vaya. Ya que vuelva será diferente"
"Esta bien. Sólo espero que no te enamores de un inglés"
"Jaja, eso también fue honesto. Claro que no, ni que estuviera loca"
El chico, Daniel, soltó una risa que ella sintió sobre su hombro y después este le plantó un beso en la mejilla que era su manera silenciosa de decirle lo mucho que la quería, así como fuera.
Alice claro, sonrió ante la caricia y sintió la necesidad de seguir con el juego.
"Aunque, bueno... eh, enamorarse y besarse, no es lo mismo, ¿no? Jaja, no es cierto"
"Sí, eso es cierto"
"No es cierto. Sabes que yo jamás haría algo para lastimar ese corazón que llevo entre mis manos"
"Eso espero" dijo y una sonrisa le iluminó el rostro, a modo de recordarle lo mucho que él confiaba en ella y que, pasará lo que pasara...
Justo en ese momento, como sí no se estuviera dando a entender lo dijo.
"Sabes que aún así yo no dejaría de amarte"
Esto último hizo que Alice sonriera aún más y que, con el poco espacio que le proporcionaban las piernas de daniel al rededor de su cuerpo se girara un poco, lo suficiente para que ambos ojos, oscuros y claros se encontraran fijamente y se quedarán atrapados uno en el otro.
Ella lo miró atentamente, sonriendo y poco a poco noto como su respiración se había vuelto casi imperciptible, sus labios se habían partido y respiraba en silencio por sus labios.
Y el chico cerró los ojos y se inclinó hasta alcanzar los labios partidos de la chica y llenó este pequeño hueco con sus labios, uniendose en un beso.
Esta era su manera de comunicarse, de prometer que jamás se lastimarían o que al menos, harían el más arduo de los intentos para evitar cualquier cosa que pudiera dañar al otro.
Pero más que eso, era la manera en la que se decían que se amaban, la manera favorita de ambos.

martes, 23 de noviembre de 2010

God only knows*

Caminaba lentamente por esa playa, no importaba el hecho de que la nieve se mezclara con la arena o que la fría brisa del mar, rompiera contra sus mejillas dejando ligeras marcas que pronto se transformarían en pequeñas cortadas; nada de esto importaba pues a ella le maravillaba la vista, el mar rompía con fuerza contra las rocas que se levantaban de entre montones de arena y todo se mantenía de esta manera, frío.
Escuchó entonces pisadas entre la nieve y la arena, ruidosas pisadas que la hicierón girarse, aún sosteniendo ambos de sus brazos para abrazarse a sí misma, en un intento de darse algo de calor.
La figura que apareció llevaba una gruesa tela entre sus brazos y aunque le hizo sonreír ampliamente pero, también provocó que le dolieran los labios y el carnoso labio inferior comenzó a sangrar ante este repentino movimiento.
La sonrisa rápidamente se desvaneció y se relamío los labios, deshaciendose de la sangre pero sin apartar jamás la vista de la figura.
Esta ahora negaba con la cabeza, su piel se veía palida y algo reseca pero su sonrisa se mantenía hermosa y sincera, como siempre.
"¿Qué se supone que buscas, aquí?" preguntó con su voz profunda y su ceño se poblo de arrugas al hacer esto pero su sonrisa se mantenía intacta.
El chico se detuvó a un paso de ella y con una mirada desaprobatoria le ofreció aquella tela que ella reconoció era su gabardina tejida en color hueso. "Te traje esto, pensé que te sería de utilidad"
Sus ojos se encontrarón y una sonrisa reapareció entre los labios de la chica.
"Gracias" se limitó a responder con voz dulce la chica y estiró sus manos para hacerse de la chamarra.
Con desesperados movimientos se enfundó en la gabardina color hueso, abotonando los únicos tres botones sobre el pecho y acomodandose la gorra que esta incluía.
Al terminar, lo miró de nuevo, estremeciendose ante el cambio de temperatura que se estaba dando en su cuerpo, entonces sus ojos se encontrarón de nuevo.
"Que terca eres y mira, te estas muriendo de frío" dijo a modo de reproche, torciendo el gesto.
Ella le seguía mirando con una sonrisa encantadora, con mirada inocente.
"Bueno,-"
"No puedo dejarte morir de frío, ven" dijo él y sin esperar respuesta la envolvió entre sus brazos con cariño, sosteniendo su cintura para estrecharla contra él mismo con cariño, percibiendo el dulce aroma de su perfume y, ¿acaso esa era su risa?
Y efectivamente, su risa rompía el silencio de las olas como unas campanitas sonando pero, ¿qué brisa las había movido?
"¿Qué es tan gracioso?"
"Nada" mintió ella pasando sus brazos por mi cintura y abrazandose a mi, acercandome más a su cuerpo.

Ambos nos quedamos en silencio por no sé cuanto, pero ni así parecía suficiente pero entonces alguien rompió el silencio.
"No sabes como te extrañe, no sabes como te necesitaba; Daniel, no me vuelvas a dejar."
Y entre la tormenta que empezaba a azotar, el frío parecía tocar todo aquello a su al rededor excepto ellos, ni él frío, ni el agua, ni la tormenta que los rodeaba dejaba su cuerpo a la entemperie porque ambos protegían lo mismo, uno del otro pues ambos sabían, que cargaban con el corazón del otro con fuerza entre sus brazos, ahora mismo que lo sostenían olvidaban el mundo o el mundo los olvidaba a ellos, ¿qué hacer sino después de todo? Eran demasiado pacificos, eran... puros.
Sé lo extraño que suena pero así era, así es la magía entre ambos, más allá de la química era... una parte de todo.
Y esta parte fue un todo cuando el se inclinó y sostuvo la barbilla de la chica, mirando sus ojos oscuros un segundo para cerrar sus ojos y unir sus labios en un perfecto beso.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Clocks.

You know what? Every bloody day I wake up.
Some days angry, some days sad and most of the days, with a smile.
But every single day someone makes me realize there's always a reason to keep smiling.
And yes, I hate some things being out of my hands but It's been like that and I thank things for being that way.
Otherwise some things would never happen.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Heart. Beat. Break.

"A heart's a heavy burden to carry"

Eso es... cierto. Absolutamente correcto, cada mínimo detalle lo dice.
Y mi corazón siente una mezcla de sensaciones pero aún no me arrepiento de nada, ¿por qué habría de hacerlo?, será una carga dura de cargar sin embargo también poderosa.
Sin un corazón jamás habría sentido este estremecimiento al ver tu hermosa sonrisa, aunque claro, tampoco sería capáz de sentirme adolorida en este momento pero, ¿una cosa a cambio de la otra?, me parece aceptable.
Si tan solo pudiera controlar mis emociones...

Ahora estoy confundida y sé como me siento respecto a tí pero, ¿respecto a ella?
Es algo obvio lo que has empezado a sentir, conozco bien la sensación y nadie se puede negar a esas sensaciones ni aún puedes negarlas, en algún momento estas te controlan, sientes pequeños impulsos de sentir su piel, el tacto de sus labios... de acuerdo, ya hice claro mi punto.
Y también es obvio que estas esforzandote para obtener algo que deseas y aunque, dudo que sea mucho con ella al menos, es mucho más que suficiente. Comprendí finalmente lo que deseas y sí eso es, que así sea, sí consigues obtener aquello que tanto deseas, incluso sí es ella, lo acepto.
Yo tampoco dudaría en poder alcanzar lo que deseo, lastima que tú estes más cerca que yo.
Por mucho.

Pero, ¿y ella? Como hacerla comprender que debería darse un lugar y en este punto dejaré de ser egoísta, agradeceré en cambio que le enseñes su valor, sé bien que puedes hacerlo.
Mientras tanto, espero la fuerza entre nosotros siga existiendo al menos, mientras consigó olvidar ese sentimiento, deje de esperar en cada esquina encontrar tu rostro y finalmente aceptar lo que venga.
Después de todo he aprendido que, no puede ser tan malo.

Espero consigas aquello que quieres, el nudo de mi garganta se ha desvanecido, un par de lagrimas empaparon mis mejillas pero sé que en algún momento dejarán de venir pues no veo lo que he perdido, si no lo que me evite perder.
Y sí es cierto, un corazón es un peso díficil de llevar pero es aún peor cuando llevas el corazón de alguien más entre tus manos y el que cuido yo me mataría maltratar.





miércoles, 17 de noviembre de 2010

Signs.

Ya había olvidado cual era el motivo por el cual odiaba esta sensación, esta posición, este limbo artificíal.
La felicidad, la impulsividad, mis sonrisas me hacían olvidar que este sentimiento llegaría, atacaría cuando fuera... propio por así decirlo.
Y mentiría al decirte que me importa poco la verdad pero también mentiría al decir que no vale la pena.
Simplemente me ayudaría poder comprender.

Ahora no sé, simplemente no sé.
¿Serás quizá un buen amigo? Realmente no lo dudo pero sería mucho más fácil creerlo si no fuera, ella. Bien sabes que lo único que me queda es aquello que ninguno de los dos es capaz de decir, aquello que mantenemos en silencio pero, creo que de alguna manera lo sabes.
Dios mío, ¿qué me has hecho entonces? además de robarme el corazón & al parecer, toda la razón.
Quisíera poder borrar las imagenes de mi mente, dejar de pensarlo, dejar de desearlo... sin embargo no puedo, no me dejas. Eres como un fantasma que acosa mi corazón con una punzada que me hace sonreír y al mismo tiempo, me haces hundirme en las profundidades de mis ideas y, rebuscar alguna razón lo suficientemente convicente, la razón del porque haces lo que haces.

Pasando un brazo al rededor de su hombro.
Siendo ella, debería haber sido su cintura la que tu brazo buscara, siendo tú...
Estando con ella, debería ser su compañía que única que deseabas, siendo tú, ¿cómo comprendo aquella mirada?
Quisíera comprender, desearía tener algo de tiempo para ver dentro de tú mente y sólo saber. ¿Celos? ¿Amor? ¿Atracción?
Confieso que me muero de impaciencía pero también acepto que valdrá cada segundo así que, esperaré.
Seguiré la luz cegadora siempre con cautela hasta que llegue a algún lugar.

martes, 16 de noviembre de 2010

Wherever I go there's just... you.

Jamás lo había pensado, no sé realmente porque pero, simplemente me parecía imposible. Parecía imposible el hecho de que ustedes lo pensaran, yo siempre juré que te dejabas llevar por el momento pero entonces, ante la mención ahora me parece bastante lógico, ¿no crees?
Me agrada la idea de pensar que quizá es cierto, tal vez, sólo tal vez puedes tenerme todo el día en la mente, buscando entre cada esquina para encontrarme y quizá tu también mueres en silencio cuando en la esquina indicada nos hemos de encontrar.
O eso me gusta pensar pero, algo en tu sonrisa me llena de convicción.
Como hoy, te miré en el último momento pero seguramente tú ya lo habías notado, mi presencía... y entonces nuestros ojos se encontrarón, una sonrisa iluminó por completo tu rostro, esa sonrisa mientras con unos pasos te acercabas a mí y sin notarlo, yo misma sonreía y, para cuando volví a parpadear abrí los ojos con un corazón totalmente frenético, acelerado y latía con fuerza sobre mis oídos, golpeteando mi pecho con una fuerza que incluso, me hizo creer que tu también podías escucharlo.
Creo que incluso contenía el aliento, mirando tus ojos castaños tan lindos y te inclinaste de nuevo, rozando mi mejilla con tus labios.
Me podría acostumbrar a esa sensación, simplemente la manera exacta y perfecta en la que tus labios embonan en mi mejilla, a esa sonrisa... a tu voz.

No es mi culpa, lo prometo.
Yo no tengo nada que ver, lo juro.
Pero sería fabuloso de ser así; enserio.

martes, 9 de noviembre de 2010

"Don't call me a Contra, until you've tried"

Contra.
Contra... contra todo, lo escuché.
¿Pero porqué lo hice? Realmente insistía en negarme porque bien conocía lo que estaba en riesgo.
Lo sabía.
Sabía que de hacerlo, solamente habría dos opciones & sin embargo me moleste en escucharlo & hacer lo que me pedía.
Habría una, la que sería mucho más ironica para mi: Que al final me agradara la sensación.
Luego estaba la segunda... que simplemente fuera más odioso de lo que ya era, mucho más incomodo.
Pero yo llegue a pensar que era posible que cambiaran las cosas, 'no te puedes rendir sin haberlo intentado' ugh, bueno, lo intenté, una vez ¿eso cuenta?.
Y el resultado fue... no la primera opción, ni la segunda.
Ambas.
No quiero mentirme, pero me parecía sencillamente imposible... dos personas jamás pueden lograr lo que nosotros, para algo existen las preciadas (al menos por mí o al menos ahora) las preciadas barreras del espacio & del tiempo. Y es malo jugar con una fuerza tan... masiva, sobre todo porque en algún momento no podrás sostenerla ni controlarla, será completamente imposible manipularla a tu gusto.
Y bien, el resultado.
Fue un terrible experimento pero confieso que caí; me quedé atrapada en el sotano de tu pequeño experimento y al inicio no me molesto, no tanto como lo hace ahora.
No estoy segura, ¿debería sentirme...? Exacto, no sé como debo sentirme.
Realmente ahora me da igual, como en un inicio. Lo intenté pero sólo porque él me lo pidió. No era nada especial, ¿que habría que perder?
Nada.

No, no te angusties... nada cambio. Mi visión de ti es... no, espera. Sí cambio algo.
Pues ahora mi visión de ti... es, es... Absolutamente, nada.
Ya no existe.

viernes, 8 de octubre de 2010

Timeturner.

Me parece tan increíble... hacía tanto que no lo extrañaba, hacía mucho que había dejado de sentir que eso fue alguna vez parte de mi vida, lo veía... tan ajeno a mí.
Y hoy, por primera vez en mucho tiempo, siento que enserio quisiera tenerlo de vuelta.

Yo bien sabía las consecuencias de mis elecciones, debía dejarlo todo a cambio de aquello que parecía tan valioso, al menos en ese entonces.
Y ahora de verlo, creo que lo único verdaderamente estupendo de mi decisión fue que, lo conocí a él & creo que también, qué las conocí a ellas.
Pero el recordarmelo no cambia las cosas, siento aún ese vacio, más de perderme en mis memorias... aún en mis memorias reconozco ese olor, cierro mis ojos y me veo aún en ese pequeño 'camerino'; estoy sentada en una banca de madera, aquellas que se balancean de un lado al otro por cualquier ligero cambio de peso, aún veo la desgastada pintura & el espejo permanece donde siempre, aquel donde decíamos encontrariamos algún fantasma que nos mordería... vaya chicas eramos entonces.
Y ahora, bajando esos pequeños escalones, estamos detrás de la puerta & aún siento ese temor de cuando era la clase publica o cuando la maestra se escondía del otro lado de la puerta... finalmente esta se abre & me deja entrar.
¿Sientes eso? Es una fría & fresca brisa de aire, pues claro, las ventanas estan todas abiertas, como siempre pero aunque fluye el aire, puedo oler los rastros del olor que desprende la gente al estar todos juntos en una misma habitación por demasiado tiempo & mis pies, a través de las zapatillas de piel, todavía sienten la madera gastada.
¿Cómo puedo no extrañarlo entonces? Sí aún siento la tela de lycra aherirse a mi piel, aún siento la fina teña de las mallas sobre mis piernas & aún veo & siento las cintas color salmón sobre mi pantorrilla...
Y peor, aún lo extraño.

Quisiera regresar, quisiera volver a sentirme entre ustedes, volver a escuchar esa música tan relajante en el piano & sobre todo, aún poder seguirla con aquellos delicados movimientos...
No sé sí aún sea posible, pero quiero tenerlo de vuelta, quiero poder hacerlo... aunque sea una sola vez más.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Remember the time?

Oh, gosh. 'How am I supossed to pretend, I never want to see you again'
I'm in deep trouble.
You have no idea of how much I wanted... today... of how much I actually wanted you. It's been a while since the last time I longed for something so dreadfully, it´s not like now.
Everyday I tell myself I will not let myself fall for you but everytime I see you, my heart pounds so hardly on my chest it nearly hurts & then, when our eyes meet my heart skips a beat & you leave me breathless.

I know I promised I would never hurt you, I told you you´d be first, you´d be the first to break my heart & I think I was right.
I've been breaking apart since last time we talked, you know, I feel like I´ve lost something, something that was the main part of myself but then again, how can you lose something that has never been yours? How can I lose you If you were never mine?
I try to convice myself about the fact that we both belong to each other, you belong to me, I belong to you. Maybe I´m old school but I remember you telling me that there could be no 3rd person between us, & then...?
I used to feel your lips brushing mine's all the time, your sweet fragance, you, tracing your fingers along my skin, brushing my cheeks... but now I don´t want to remember, I don´t even want to feel anything at all, I wish I´d have no memories of you because I fell so hard for you & It hurts to think that you don´t even care.
But let´s be realistic...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

"Blake´s got a new face"

"Done already?" he asked, he was quite bored. It was Blake´s nature to be active, he hated not having anything to do, some place to go, someone to visit.
"Men, you´re giving me a headache. What´s the hurry anyways?" Brandon asked, rolling his eyes.
"You said we were going to the movies, the movie... remember?"
"Blake, for once in your life. Breath."
Blake didn´t do so, he just grew more & more impatient.
They were standing under the sun, in the middle of the... not so green grass and Brandon kept looking nowhere.
"What the fuck are we waiting?"
Bradon wasn´t willing to tell him, but he had second thoughts with the question. It was all about a girl... it´s always about a girl wasn´t it?
"Okay, If I tell you will you shut the fuck up?"
"Maybe"
Maybe wasn´t an answer, but that should be enough.
"I invited some girl... " Brandon said vaguely and looked over Blake´s head; Brandon wasn´t as tall as you may imagine, still, he was taller than Blake.
"What? You mean... is this like your date?" Blake asked, confused.
"Yes... I know, I´m sorry but I just met her & I didn´t want to seem obvious... Besides I would be nervous, she makes me go mad & perhaps she´d feel cornered with me by myself. I told her I´d invite some friends"
"Some? Bad news then, it´s just us. You lied."
"Oh, Blake... " Brandon sighed deeply "I will ask you something, be honest with me. Have you ever been in love? Like... real love?"
"Real love?" Blake asked, arching his eyebrow.
"C´mon.. like when you see her, you stop breathing. There´s something in her eyes... you can´t stop listening to her voice in your head, you feel her, smell her perfume everywhere... you can´t sleep at night because you wish you could speak with her..." he trailed off and looked nowhere again, with a sheepish smile in his lips.
Blake could see his eyes glowing; he laughed.
Bradon looked ashamed and he even blushed, feeling uncomfortable.
"Am... well, you know what I mean? Have you ever... have you ever been in love?"
"Oh, yes, I have" Blake said without any emotion at all.
Brandon noticed. "And..?"
"I blew it off." he said, and even though he tried to appear careless, Bradon noticed that there was sadness and clear, fresh pain in his words.
"She must have been great. Never mind Blake, everyone makes mistakes"
"Yes... but it was my fault, I was rude to her... I hurted her"
Then Brandon had nothing else to say.

They both remained silent and Brandon kept looking again for his girl.
"How is she?" Blake asked trying to break the uncomfortable silence & also, trying to look for her himself.
"Beautiful."
Blake laughed again "She´s hit you hard hasn´t she?"
"She has indeed. She´s beautiful & smells wonderful. She´s also so smart! She surprises me. I think she´s read every book that has been published in the last... 50 years or so."
Blake was now interested, the resemblance to his own girl was now a memory, she also liked reading.
"And she´s studing... literature I imagine"
"Yeah, English Literature"
Blake again stood silent, looking at the grass. Studing literature? Liked reading...? No, he couldn´t stand dreaming it was her but he couldn´t help it, she just missed her sometimes... or always. He missed her since the first time he´d live without her, since they became complete strangers living in a world apart.
"Oh crap, it´s her..." Brandon said, smiling again and looking forwards with such emotion that even Blake followed his gaze.
And there she was, it was impossible.
They had never actually seen each other but he remembered her picture. She had long, black hair, tanned skin, elegant walk (this was an add to the memory) and a bright smile that brighten her expression.
"Oh, fuck"
"Oh, Blake? I forgot telling you. Don´t fall for her; she´s mine."

domingo, 19 de septiembre de 2010

Don't be afraid to, Change.

Creo que a todos nos pasa... no, estoy segura de que a todos nos pasa.
Todos de vez en cuando perdemos la inspiración, al razón... el color y se torna todo extremadamente nublado y gris y aunque lo nieges, a todos nos afecta el color.

Y hoy lo examiné y lo descubrí. Hay dos personas que han afectado terrible y masivamente mi vida; no, no se emocionen y vayan con el cliché "sus padres" porque no son ellos. Claro, no les quito el merito, han sido estupendos pero me refería a aquellos que tienen la opción de no quererme, de no conocerme... a esos que vienen de afuera.
Y en mi vida, en mi caso, ha habido dos.
¿A cúal conocí primero? Aunqué recuerdo perfectamente la fecha en que conocí a ambos (con 3 días de diferencía, por cierto) creo que el segundo me conoció mucho más rapido que el primero.
¿Se confunden?
Llamemos William al segundo, sí, me río ante mis memorias, sin embargo ese nombre le pondremos y al primero... que les parece ¿Nicholas?
Excelente.
Ahora dejenme explicarles.

La mente y el corazón como sistemas, trabajan juntos; puedes tener un derrame cerebral y un corazón que laté y entonces no morirías, seguirías viviendo... o vegetando, no divagen, dejenme seguir.
En cambio si el corazón deja de latir ritmicamente en tu pecho, todas las funciones del cuerpo dejarán de servir, sera como presionar el botón de "off" del cuerpo y entonces, morirás.
Y en mi caso, es exactamente lo mismo.
William es nada más y nada menos que mi masa gris, se ha convertido en el cerebro de la ecuación (enserio, practicamente lo ha hecho). Will me ha hecho pulir mis metas, mis deseos... conocerlo me hizo notar lo que yo no veía en mi misma, el lo saco con delicadeza de mi interior, atesorandolo entre sus manos y cuando fue el momento adecuado, me lo entregó. Me sorprendió ante la hermosura de cosa que sostenía entre sus manos, claramente le había dedicado demasiado tiempo, lo había cuidado y me sorprendió aun más al decirme que todo aquello, era mío.
¿Acaso era eso posible? Yo... ¿yo había hecho aquello?
Eso era totalmente imposible.
El me miró con su sonrisa, amable y cálida, demasiado intima para el lazo que compartiamos aunque ya ambos habíamos roto ese contrato así que no me importaba en lo más mínimo.
Con paciencia, me mostro cada cosa que había, era algo así como un pequeño libro que era a su vez una caja... su forma es dificil de explicar.
Me mantuvo sorprendida y maravillada, era algo que habíamos hecho juntos, algo que compartiamos y algo que juré jamás olvidaría y hasta la fecha, aun mantengo ese libro en las mismas condiciones, sin olvidar ni un sólo detalle de cada segundo que le dedicó.
No sé si lo han hecho pero, ¿ahora comprenden?

Y luego, esta Nicholas.
Nicholas es algo así como una marea, te relajas y te hunde con delicadeza hasta el borde, te adentra en el mar, te acaricía con cuidado, con esmero y rozá delicadamente tu piel, buscando y encontrando, conocé cada centimetro de tu ser.
Tienes miedo claro, al estar entre la playa y el mar, temes no poder volver atras pero después, por estar ahogándote al intentar mantenerte sobre las olas, nadas mar adentro.
Y ahí todo es una maravilla.
El cielo es azul, el agua es cálida por el reflejo del sol, la vista... la vista no se diga; si hay pinturas hermosas en el Louvre de París, nada se compara, nada se le acerca a aquella vista. Es hermosa, intensa... apasionante.
Se convierte en la flama de tu ser con cada día que pasa y aunque estes horas y horas en el mismo punto, siempre descubres algo diferente y el mar, nunca te tiene miedo sino afecto, cariño... te toca por horas, te sostiene, te hace ligera, te refresca y puede hacerlo por cuanto tiempo deseés, incluso cuando va en contra suya, cuando quieres; te deja regresar.
Toma tiempo conocerlo pero con paciencia, no debes mirar las olas al venir, yo lo hice varias veces y creo que aún lo hago, y tengo miedo ante la magnitud con la que se acercan hasta que finalmente, chocan con cariño contra tu piel.
Claro, es imposible esconder cosas del mar, todo lo investiga, cada rincón de tu cuerpo se lo memoriza y lo niega después, y aunque no lo hiciera, te relaja tanto que deseas tu misma contarle las cosas.
Me ha sostenido tan firmemente, me ha cargado, me ha mostrado cosas hermosas y aun así a veces me salgo del mar, me alejó de su marea y me pierdo en el suelo firme y hay veces que me niego a regresar... pero es inevitable.
Me alejó, me recuesto en la arena, cubierta entre las sombras y en mi lecho duermo y ahí estas, con tus suaves sonidos, luego con tus suaves caricias... te has vuelto el corazón de mi cuerpo y aquellos días que no puedes hacer nada más que mirar la marea subir y bajar, te extraño, dejas un enorme hueco vacío en mi interior  y cuando encuentro algún objeto que alguien olvido en la marea, me enfado y sin más, me retiro de nuevo.
Odio ser torpe pero el corazón no puede evitar notar algunas cosas, pero mi cerebro no funciona como debe en tus ausencias, y a veces incluso en tu presencia.
Claro, tengo mis metas bien claras y deseos de cumplirlas pero eres mi pasión, eres mi musa de alguna extraña manera, eres... ¿qué no eres?
Además de que eres demasiado bueno y aun así al escribir esto, mi garganta arde en llamas con el dolor de esa pajilla de madera que no baja de mi garganta, en estos momentos, la sal del mar paso por mi garganta y me ha picado el paladar, se que no lo haces a proposito, pero por torpe he abierto demasiado la boca.
Dios mío, que líos me haces hacer... simplemente quiero que entiendas que eres el corazón de mi sistema, aun cuando William me hizo notar las cosas bellas que puedo hacer, sin tu inspiración, no hay mucho de lo que hoy tengo.
Eres la escencia de mi ser.
El corazón de mi sistema...
No puedo evitarlo, me has enamorado, me fascinas y en toda tu amplitud... te amo.

viernes, 20 de agosto de 2010

Forget about yesterday & focus on tomorrow.

Llevaba ya días, meses caminando por el desierto, era cansado, me había acostumbrado a esa luz cegadora y a ese calor asfixiante, había olvidado las corrientes de aire o incluso, la lluvia.
Todas mis corrientes de aire eran de calor, más calor, era el infierno. Caminaba en el desierto, en medio del sol todos los días que incluso había olvidado como era estar en la sombra.

Y hoy, extrañamente, llovio.

Una gota y después otra y así fue.
Me detuve entre la caminata y levanté mi rostro hacia el cielo, notando hasta entonces que estaba nublado.
Me había cegado aquel sol.
Me sorprendí y sonreí, no sabía cuanto duraría aquello, el clima variaba demasiado, los cambios no dependían de mi, pero era algo que disfrutaba demasiado, podía respirar, pude hacerlo, comodamente.
Pude olvidar el mundo y disfrutar un minimo nano segundo.
Y fue hermoso.

Había sido como una niña pequeña, que caminaba por un pasillo lleno de juguetes; había encontrado uno que me había fascinado, la novedad. Sus hermosas facciones llamativas y coloridas, era demasiado hermoso, un nuevo juguete electronico y llamativo, era atractivo... encantador.
Me quedé, espere a la presentación del juguete que en acción, no era demasiado diferente a como era en realidad.
Lo miré y lo miré, siempre me sorprendían sus nuevos movimientos hasta que en un momento, se detuvo, perdió el control de si mismo, el juguete comenzo a actuar en contra de aquel que jugaba con él, mis ojos se abrierón como platos y un grito se ahogo en mi garganta.
El demostrador tomo el juguete y corrió, alejandose por un largo pasillo.
Y me dejo inmovil e intranquila, la imagen permanecio en mi mente, no podía borrarla.
Tomo demasiado tiempo poder dejarla atrás.
Y cuando me recordé a mi misma, después de las voces insistentes de mis amigos y padres, finalmente recordé que había una jugetería completa y enorme y comencé a caminar, cuidadosa y tímida hacia adelante, traumada de los recuerdos del pasado y por esto, tomo tiempo disfrutar de aquellos nuevos jueguetes.
Incluso, recordé que había un juguete que deseaba.
Los colores aparecierón de nuevo, nuevos juguetes con sonrisas, sin tanta tecnología; simples y sencillos, hermosos a su manera unica, clasica, contemporanea. Especial.

Así me senti hoy y pensar, creí que era imposible. No sé cuanto durara.
De momento, me agrada la idea de que dure un rato.

sábado, 14 de agosto de 2010

"Tell me you love me. Tell me like you´d die for me, like nothing else matters. Like the world stops turning because of me."

Dios mío, ¿qué he hecho?

¿Nunca te has despertado en las mañanas y te has sentido de esa manera? No dejas de pensar, "que tonto fui".
Pues eso me sucedió en la mañana.
Me sentí mal por la noche, no dejaba de pensar... de hacerlo todo acerca de mi y hoy, al levantarse el sol sobre el horizonte se ha llevado mis dudas y mi orgullo, se ha llevado las miles de capas que me cubrían, mis escudos, mi armadura... y me dejo sola, sentada sobre la cama con una mente demasiado clara.

Sólo dime una cosa, ¿Por qué si siempre soy tan estúpida nunca me dices nada?
No sé, no sé porque no quiero creerlo, tu bien sabes como me siento, me has pedido que deje de dudar de mi misma... que deje de pensar cosas como aquellas, que deje de matarme sin que nadie me haga daño y he prometido intentarlo pero creo que pocas veces he logrado el cometido.
Estuve a punto de perder la cordura y quería culparte a ti, pero no era tu culpa, lamento tan si quiera haberlo mencionado, nunca ha sido tu culpa, si no que, la culpa siempre ha sido mía.
Por favor, si enserio me quieres no me lo niegues, sabes bien cuánto daño te he hecho; se que te consideras demasiado egoísta, pero conociéndome o más bien, dándome cuenta de todo lo que he hecho, no eres nada egoísta, porque siempre hemos sido opuestos y aquí la única egoísta he sido yo.
Entonces, quiero dejar algunas cosas claras.
Primero que nada, discúlpame ¿sí? No, no me preguntes "¿porqué?" bien que lo sabes, te he hecho daño y sinceramente no le busco más un pretexto, sé que dudo tanto de mi misma que me cuesta darte algo de crédito.
Yo no sé que harías tu, si repetirías la historia que hemos creado juntos, si buscaras en esos post alguien que has encontrado en mi... no sé, pero no te he dado nada de crédito y supongo que ni a mi misma.
Sé que no "sueles" decirle a todos aquello con que me haces sonreír cada que hablamos o la misma razón obsesiva que tenemos desde hace ya tanto... supongo que aquellas dos palabras que juras fui yo quien dijo primero.
He estado buscando en mi memoria y recordé cuantas veces has confiado en mí, cuantas cosas que no puedes decir y me has buscado para decírmelas.
Me siento tan tonta al escribir esto y darme cuenta de lo boba que he sido y tarde tanto en darme cuenta.
Creo que sería una lista infinita de disculpas, si así fuera, pero debo resumirme a mí misma, al menos ya tengo una conclusión, ya sé que es lo que quiero.
Me he tomado mi tiempo como siempre, pero ahora sé, lo que no quiero.

No quiero, perderte. Ni que cambiemos, nada. No quiero que pienses las cosas antes de decirlas, ni que cambies nada... Eso es lo que no quiero.
Y respecto a lo que quiero.
Quiero poder seguir siendo quien te haga sonreír, aunque sea un rato. Quiero pedirte que me dejes ser tu santuario y me dejes hablar y parlotear como tonta cada rato, quiero que te rías en silencio en tu habitación y que todos te miren raro. Quiero un post de 20pags en donde sea, no me importa si crees que son muy buenos los míos. No me importa nada.
He estado sufriendo por tonterías, buscando tanto a donde quiero ir, decía que caminaba como loca sin saber, pero lo hacía porque estaba dejando atrás algo importante, una parte de mí misma... quizá la más importante.
Te he estado dejando a ti.
Escribirlo es más fácil que pensarlo, ¿quién lo diría? y no, no hay nadie más.
Ojalá entiendas.
Discúlpame.
Y..

Te amo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

I´m not bulletproof but when it´s about you, no bullet hurts. Not at all.

I think I´m finally giving up. Giving in... Okay, I surrender.
There´s no reason to try to keep looking for a reason to explain my fears, some people say "everything has a reason" & I´ve been searching for one with such an effort, that I´ve given you no time to explain.
I have no idea, if there´s something to tell, or if you have a reason to lie... I don´t mind.
Or I want to believe so.
We´ve been through so much... every second we spend together since the first day, "brother", you´ve got my out of my mind.
So what should I do? Why should I try? Man I believe, I believe in you.
That´s all I know... at least for now.

martes, 10 de agosto de 2010

And you´re punishing me... because?

Me senté finalmente, alegre de poder conocer a alguien en este nuevo mundo.

Seguían entrando y pasando, llegaban y subían, de la nada, entro una chica y mis ojos se abrieron como platos e incluso mi mandíbula casi cae al piso, mis ojos debían estar mintiendo, eso no era posible... no, era más bien imposible. Había una chica en la puerta, pero no era una chica como cualquiera, si no.. era idéntica a ella, lo sabía, era... la clase de chica que el amaba.

Me dolía pensar en eso pero por alguna razón mis ojos no se podían despegar de ella.

Era hermosa, una diosa misma en la tierra, era la mujer perfecta, la mujer que todos... o al menos yo hubiéramos deseado ser. Era alta, no mucho pero si más que yo al menos, era demasiado delgada pero esto no le quitaba nada de cuerpo, seguía manteniéndose con aquella delgada cintura y su cabello era largo y castaño, como una cascada pues al final tenía un remolino que lo acomoda en perfectas ondas.
Su piel se veía suave y era pálida, tez pálida... cabello negro, alta, delgada ¿qué falta? oh, claro.
 
Era hermosa.
Aparté mis ojos de ella pero en mi memoria tenía cada una de sus facciones, su barbilla puntiaguda pero redonda en el mentón, sus labios eran delgados, eran el detalle justo de ese rostro.
Mordí mi labio con fuerza mirando a detalle el patrón de la mesa de madera sobre la cual mis brazos estaban recargados y hundía mis dedos sobre mi cabello, despeinándolo en un insuficiente intento de controlarme. Parpadeé pero cuando mis ojos se cerraron, una imagen apareció al abrirlos.
Conocía demasiado bien ese cabello castaño oscuro despeinado o aquellos hombros cuadrados o esa sonrisa ideal a la medida con esos ojos miel que estaban fijos sobre mi rostro, sonreí, me estaba mirando. Y moví mis ojos hacía la puerta, de nuevo aquella hermosura de mujer estaba en la puerta y yo tuve la misma reacción pero mis ojos rápidamente volaron hacia el compañero que se sentaba a mi lado, desesperados y deseando no encontrar la expresión que encontré. Sus labios a la medida se habían separado un poco, dejando entreabiertos sus labios ante la fuerza con la que su mandíbula había rodado al suelo por así decirlo, sus ojos miel ardieron en deseo en un segundo, sin poder controlar su expresión y me quedé sin aire ante esa expresión, sacándolo en un suspiro por lo bajo y al hacerlo, fue como haberme quedado hueca por dentro o haber sacado mi estomago pues sentí un espacio tremendo, un hoyo vacio en mi interior y... dolió.

Mordí mi labio con tanta fuerza ante aquel dolor que me hizo darme cuenta de que eso no estaba sucediendo, me había quedado con la mirada perdida, viendo a la nada repitiendo aquella imagen en mi cabeza y mi corazón perdió frecuentemente ciertos latidos de corazón al hacerlo.

Mis ojos se movieron y buscaron ese rostro tan hermoso que me causaba conflictos desde este primer día, es que era idéntica, era hermosa, era bellísima. No podía decir que eran celos, ¿Celos de qué? Era hermosa, sin duda y eso, no era yo, ni lo sería, no me molestaba pero sentí la extraña necesidad de presentársela, aun cuando me doliera más que una eternidad en el infierno, más que mil kilos sobre mi cuerpo, más que ahogarme en lo profundo del océano.

Lo amaba, no sé como lo amaba tanto pero sabía que él se habría enamorado de ella en cuestión de segundos, tan solo con haberle dedicado una mirada, incluso yo misma lo hubiera hecho de compartir sus gustos. ¿Qué demonios me sucedía? Yo lo amaba, lo amaba muchísimo y si así era entonces, ¿Por qué quería que él la conociera tan fervientemente? Sabía, estaba 100% segura de que en el momento en que se conocieran, no tendría posibilidades, olvidaría si quiera cuanto lo amaba y no lo recordaría dentro de un tiempo.Sentí una fuerte punzada en el corazón, como si me hubieran apuñalado o buscado en mi interior y sacado mi corazón, solamente después de haberlo lastimado lo suficiente como para haberlo dejado inservible en ambas partes, dentro y fuera.

Y entonces otra idea cruzo mi mente. 1* Yo lo amaba demasiado y me consideraba demasiado inservible a su lado, no lo merecía. El merecía lo que deseaba, alguien perfecta, hermosa y hecha a la medida. Alguien menos seria que yo misma, más alegre, alguien que sepa decir lo correcto... no que sea torpe, jugetona y terca como yo misma lo era.
Demonios, estaba totalmente perdida.