martes, 16 de noviembre de 2010

Wherever I go there's just... you.

Jamás lo había pensado, no sé realmente porque pero, simplemente me parecía imposible. Parecía imposible el hecho de que ustedes lo pensaran, yo siempre juré que te dejabas llevar por el momento pero entonces, ante la mención ahora me parece bastante lógico, ¿no crees?
Me agrada la idea de pensar que quizá es cierto, tal vez, sólo tal vez puedes tenerme todo el día en la mente, buscando entre cada esquina para encontrarme y quizá tu también mueres en silencio cuando en la esquina indicada nos hemos de encontrar.
O eso me gusta pensar pero, algo en tu sonrisa me llena de convicción.
Como hoy, te miré en el último momento pero seguramente tú ya lo habías notado, mi presencía... y entonces nuestros ojos se encontrarón, una sonrisa iluminó por completo tu rostro, esa sonrisa mientras con unos pasos te acercabas a mí y sin notarlo, yo misma sonreía y, para cuando volví a parpadear abrí los ojos con un corazón totalmente frenético, acelerado y latía con fuerza sobre mis oídos, golpeteando mi pecho con una fuerza que incluso, me hizo creer que tu también podías escucharlo.
Creo que incluso contenía el aliento, mirando tus ojos castaños tan lindos y te inclinaste de nuevo, rozando mi mejilla con tus labios.
Me podría acostumbrar a esa sensación, simplemente la manera exacta y perfecta en la que tus labios embonan en mi mejilla, a esa sonrisa... a tu voz.

No es mi culpa, lo prometo.
Yo no tengo nada que ver, lo juro.
Pero sería fabuloso de ser así; enserio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario