sábado, 18 de junio de 2011

Hollywood Tower Hotel: Welcome to the Twilight Zone.

{Relacionado con el juego temático que se encuentra en los parques Disney,
todos sus derechos junto con los de Twilight Zone.
Una de mis atracciones favoritas.}
Tengo miedo. ¿Creeras que tengo miedo?

Le tengo miedo a algo que antes esperaba. Antes esperaba una hora de la noche, miraba el cielo en espera del atardecer, que solo anunciaba la llegada de una cosa.
Tu llegada.

Mira como me has cambiado, sé que la única manera de olvidarte será recordando lo que era. Lo que hacía. Quien era... pero demonios, ¿quién era yo antes de tu llegada?
Sí algo había olvidado era el miedo y al parecer, lo he recobrado solo que ahora, es un miedo diferente.

Es una mezcla de miedo, de vacio en mi estomago. Algo que vives cuando te lanzan al vacio, como en un juego, cuando incluso aunque sabes que aquel cinturon te sostiene, cuando sabes que al final volverás a tu lugar, sientes ese vacio en tu estomago, donde no existe nada más que una mezcla de emoción, miedo y esperanza.
Cuando se acerca la noche, esa sensación se apodera de mí.

Primero viene el miedo. El nudo en la garganta, el dolor, el sufrimiento. ¿Seré capaz de soportar una noche más donde me ignores? Donde me olvides. Donde dejes muy claro que no existo más en tu memoria, donde sí alguna vez fui parte de tu vida, me has eliminado por completo.
Enseguida viene la emoción. Conforme se acerca la hora, como cuando ves cerrarse las puertas en el juego, donde empiezas a dar marcha atrás, enseguida vendrá el espejismo. El sueño donde espero verte, donde la luz verde este encendida.
Donde creo que algo puede cambiar.
Finalmente llega la esperanza. Me lanzan al vacio. Donde el reloj de arena da vueltas y el tiempo del juego comienza, no queda nada más que esperar que me recuerdes, que ese sentimiento persista.
O al menos, que el cansancio se apodere de mi cuerpo y me rinda ante mis sueños; 'No soy flojo, duermo mucho para soñar contigo'
No sé a ciencia cierta si duermo para olvidar o para recordar, al menos por ahora, lo hago para poder sobrevivir a lo que resta de la noche.
Ahí termina el juego y ánimada, fascinada, al bajar, me he vuelto a formar.

viernes, 17 de junio de 2011

Backwards, Forward, Inwards, Outwards.

Fue un error. Fue un error terrible el volver, sin haber abandonado mi corazón por detrás.

He vuelto. He cambiado. He crecido.
He aprendido.

Será una mera alusión el decir que me he convertido en una rosa. No es para tanto. Pero aquel botón que temía florecer, finalmente ha abierto sus alas.
Y disculpen que mencione tanto a las flores.

Es solo que, de alguna manera había considerado las cosas, creo que lo hice de forma incorrecta. 'Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde' ¿Te suena familiar?

Todo este tiempo, creía que era yo quien perdía las cosas. ¡Tonta, tonta, tonta! ¿Cómo puedes perder algo que jamás ha sido tuyo?
Es cierto. Yo era la única que prometía un mañana y un pasado y un año después. Tú siempre te límitabas al momento. No puedo perder algo, no puedo perderte si jamás te he reclamado como mío.
Pero entonces confío en que aprenderas. Me extrañarás.
Jamás dijiste que eras mío pero yo perjuré que yo te pertenecía.
Y creo que me estas dejando pasar.

Jamás se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.
He conocido gente que ha tenido peores y lamento mucho el tener que viajar tan lejos para descubrir que ni siquiera he comenzado a intentarlo.
Sí ellos han podido sobrellevarlo.

No te olvidaré hoy, ni mañana, ni dentro de un año. Ni dejaré de amarte en el mismo periodo de tiempo.
Pero juro que no seguiré intentandolo cuando quieres algo más..
Y sí es así, creo que entonces ambos hemos de sufrir.

jueves, 16 de junio de 2011

People do belong to each other.

Queridos lectores:

Primero que nada lamento mis ausencias, lo sé, no soy la blogger más constante que existe.
Es que el problema ha sido que desde hace como mes y medio, una hermosa semilla dió frutos en el jardín, una oportunidad.
Entre los rosales crecieron las rosas y entre estas encontré espinas.
¿Debería agradecer la presencia de las rosas y sus espinas o detestar que las espinas esten en las rosas?

De nuevo me refiero a ti; ¿tienes idea de cuantas entradas, ideas, pensamientos, lágrimas te he dedicado?
Ya no sé que hacer, no lo comprendo.
Sí está en mi naturaleza rendirme, ¿por qué aún no me rindo contigo?

Sé que tenías miedo de mi ausencia. Yo por mi parte, no temía, no creí que las cosas fueran a cambiar. Estaba emocionada, alcanzar el sueño, tocarlo, acariciarlo. Vivirlo.
Creía que sí me querías demasiado, lo suficiente, como siempre lo mencionabas, me esperarías.
Prometiste hacerlo.
¿Entonces porque no he recibido aquella bienvenida?

Desde el inicio todo fue mal. Contigo. Te molestaste cuando te lo dije, ni siquiera me has explicado porque. ¿sabes que dolió?
Egoísta. Eres un egoísta. No sé que me consideras, no sé como me valoras. Ni siquiera sé si lo haces.
Soy un humano, incluso cuando esté atrapada detrás de un horrendo cristal, incluso donde mi voz sean letras mudas pero ¡sabes que el sentimiento jamás pudo ser más sincero, más apasionado!
¡Jamás te mentí! Por mucho que ni siquiera me lo creas. Soy yo, así soy. A veces mala, a veces grosera, altanera, orgullosa. Romántica y melosa hasta el olvido. Sensible y libre.
Y ni siquiera tenías que atraparme para que yo decidiera levantarme sobre tus hombros, aferrarme entre tus brazos.

No soy una persona física. ¿Y qué? No puedo tocarte. Lo sé, al inicio me ha costado bastante aceptarlo. Sé que quizá eso no pueda ser suficiente por siempre pero, ni siquiera hemos comenzado como para dejarlo terminar.
Aunque ahora creo que necesitas algo firme, algo material y táctil. Algo que puedas acariciar con tus dedos.

¿Incluso cuando yo, invisiblemente he tocado tu corazón?

No sé ni siquiera como llamarte. Me importa poco si dices que te molesta que me disculpe, me disculpo. Disculpame por quererte como lo hago, por ser honesta. Por aceptar y caminar para romper esas limitaciones. Por ser paciente y esperar. Por cerrar los ojos y dejar de buscar.
No creí que fuera necesario.
Pero sí eres egoísta, por no creerme. Sí dije que estaría contigo, lo haré hasta que deje de hacerlo. ¡Sí eso fuera tan siquiera posible!
Ahora no sé que pensar, extraño contigo ¿verdad? No sé que quieres, no sé que debería querer yo misma.
No soy una persona ni lógica ni racional y en mi mundo de anormalidades, tu y yo eramos un conjunto normal.
Como la noche después del día, como el agua, como la tierra. Palpables, existentes. Hermosos.
Era tuya, de tu pertenencia y ni siquiera lo pediste. Bravo, ahí fue donde he errado. Por hacerme pasar de alguien cuando ni siquiera, ni en tanto tiempo, he sabido sí tú deseas lo mismo.
Pertenencia. Cariño. Mi amor.