martes, 8 de noviembre de 2011

Sidetracks.

A veces me siento tan increíblemente perdida, como si hubiera estado todo el día en el sol, imaginarán la calidez, la sensación en mi piel.
Siento que cerré mis ojos por un segundo y me robaron el sol y en su lugar está el frío glacial, mi piel reseca, mis mejillas y cuerpo adormilado.
Literal.
Me sentía... no bien, si no, estable. Me sentía estable y ahora repentinamente me siento molesta, lo noté hace rato, molesta, confundida. No quiero tragarme a nadie en absoluto.
A nadie excepto a quienes quiero.
La risa de mis mejores amigas me alivia de ese frío, incluso cuando no desaparece, se retracta con fácilidad, se olvida en la sombra de su luz.
Y no hay nada como las palabras de él. Cuando estoy con él, como esté, sé que el frío no desaparece, ni siquiera se retracta, sencillamente está ahí pero el me acepta con él y me abraza.
Repentinamente, el frío no me importa en absoluto.

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