viernes, 4 de febrero de 2011

I had never cried my eyes out over joy*

Todo mundo ha llorado, yo lo he hecho por tantas razones que me son incontables, si tan siquiera las recuerdo.
Las heridas duelen al comienzo, crecen en tu piel, penetran cada poro hiriendote, destruyendote.
Y con el tiempo el dolor disminuye, en ocasiones, no debe suceder siempre y sin embargo, la marca simplemente es algo físico, algo que algún día dirás... no recuerdo como sucedio.
Y hoy descubrí que jamás había llorado por felicidad.
Por coraje, por frustación, dolor, tristeza, miedo enojo y rabía. Sí, he llorado por esas razones, sintiendo mi sangre acumularse en mis sienes, el aire cortarse en mi garganta mientras mis mejillas ardían en fuego, quemando mi piel, consiguiendo obtener que lágrimas saladas humedecieran mis mejillas.
Pero conocer los sentimientos de tu corazón, es lo más sincero y hermoso que han visto mis ojos, ahora dudo incluso si conocía el significado de belleza, o de cualquier rama parecida, quizá no lo hacía, pero tú me lo has enseñado.

Bien sabes que no esperaba más que un comentario, el que te mantuvieras despierto tan tarde, después de un día de tantas labores, eso implicaba demasiado pero, ¿conocer tu corazón?
Todos esos sentimientos que me parecían... imposibles de inspirar en alguna persona.
Lo he causado en ti.
Y, ¿sabes qué? ¿deseas saber que has logrado?
Has conseguido que mis pestañas se empaparan, al igual que mis mejillas y sin embargo estas lágrimas no me dejaron heridas, ni marcas en mis mejillas, sino una cálida sensación que descansa sobre mi pecho, sobre mi corazón.
Quizá debería estar pensando en globos y regalos, deseos e ilusiones... no quiero globos, los regalos tampoco me parecen importantes. Nada material lo parece. Ni siquiera lo figuran.
Mis deseos e ilusiones se han recorrido, se han alejado, dejando su cabeza baja para dejar una única figura entre las multitudes, entre mis deseos, ilusiones, pasiones...
Todo cambió, se ha convertido en un solo deseo, una sola flama que late con la fuerza e intensidad de mi corazón, con la sangre y vitalidad de mi vida.
Un único deseo y pensamiento, un agradecimiento...
Como quisiera hacertelo saber, pero sería repetir algo que siempre has sabido. Siempre lo has tenido en mente y ha latido en tu corazón.

Que nada más importa más que tú.

1 comentario:

  1. Me encantó. Tus cartas, que aún tengo, me han hecho llorar. Bien sabes tú que soy una llorona. Yo te amo. :)

    ResponderEliminar