Mírame. Aquí estoy, otra vez. Ahora que te has ido, no me queda más remedio que volver aquí.
Estoy perturbada. Ya hace un tiempo desde que me prometí a mí misma que no dejaría que el mundo girara en torno a un hombre. Hombre. Algo le falta a esa palabra, al comienzo. Una consonante gutural o algo por el estilo, algo que hable de la espantosa relación que tengo con ello.
Creo que hoy tuve mi primera cita. No, preferiría no verlo así. Y es que un fracaso de salida, para variar. Fuimos al cine, él y yo. Yo y él. Sólo nosotros. Es la primera vez que lo hago. Siempre, hasta la fecha, habíamos sido tres o más. No recuerdo la última vez que fui al cine con alguien más que mi hermano.
Era la primera vez que lo veía fuera de la convención. Hasta llevaba ropa casual. No lo reconocí mucho, la verdad. No sé muy bien qué esperaba. Para mi disgusto se veía bien, se paraba muy recto y se le veía más joven de lo que es en realidad. O es en mi realidad. Todo el camino me fui nerviosa, distraída. En dos ocasiones atravesé el crucero con la luz en alto sin haber calculado la distancia que había entre los coches y yo. Creo que las manos nunca me habían sudado tanto en la vida. Pensarlo basta para traer el mar a mis palmas. El tiempo tampoco ayudó en nada, en lo que se dice nadita. Hacía mucho calor y con mis nervios y las veinte cuadras que tuve que caminar para llegar al sitio donde habíamos convenido, llegué sudando. En retrospectiva, parece ser que no tuve ni un momento de paz.
Él llegó antes que yo. Vive más cerca, era de esperarse. Lo que nunca, había una fila para llegar a las taquillas. Él pagó por las dos entradas. A penas nos hicimos de nuestros boletos le ofrecí el dinero de mi ticket, que poco más de la mitad de una entrada normal. Privilegios de estudiante. Él rechazó el dinero, me dijo que él invitaba esta ronda; la próxima lo haría yo. Quizás este gesto buscaba asegurar una segunda reunión. Yo decidí verle el otro lado a la moneda. Yo soy estudiante, él no. Él tiene un trabajo fijo, yo no. Yo contaba con descuento de estudiante, él no. ¿Cómo se suponía que yo pagara por la próxima salida? Seguramente la próxima no supondría el mismo escenario. Iríamos a otro sitio, más caro, quizás. No, esperen. No se apresuren. No era como que yo esperaba que él me pagara mi entrada. Creo fervientemente en que cada uno debe velar por sus propios gastos y esto lo creo en todos los contextos. Evita que alguien termine mal parado. Acepté casi sin pensarlo, pero sus últimas palabras quedaron volando en el espacio de mi mente. La próxima vez me invitas tú. Caminé distraída, medio escuchando lo que tenía que decir. La próxima vez me invitas tú. La. próxima. vez. me. invitas. tú. LA PRÓXIMA VEZ ME INVITAS TÚ. La próxima vez me invitas tú, dijo el chico que recibía y cortaba boletos a la puerta de la entrada. ¿Disculpa? Lo miré, demasiado ausente como para fruncir el ceño.
"Go ahead. Take mine. Take everything I have"
lunes, 10 de abril de 2017
martes, 15 de abril de 2014
Gems.
No quería meterte aquí porque entonces serías importante. El problema es que no es algo que dependa de mi, no es algo que yo pueda evitar porque eres importante. Tranquilo, para cuando acabe con esto será:
fuiste importante.
O relevante o moviste algo en mi vida. Lo más mínimo, lo que sea. Admito que la arena de mi mar se remueve con facilidad pero pienso en ti y sólo puedo pensar en fechas: Un junio, un octubre, un noviembre, un diciembre, un enero y un silencio.
Un junio de quincena de dolor, de duda, de incertidumbre. De mentiras, de pasatiempo y entretenimiento. De mantener la mente ocupada para evitar los 'y qué si...'
Un octubre de citas y programaciones, de fechas, de anhelo, de lo que venía. Un octubre que sólo existió de tu lado de la calle.
Un noviembre de fotos y pánicos y superficialidad. De atracción y cosas inaceptables, de cancelaciones.
Un diciembre de mandar todo a la fregada. Un diciembre de oportunidades, de brincos antes del fin, de los últimos segundos que le corren al reloj. Un diciembre de 'no pierdo nada en intentarlo' y de 'te dejo atrás'. De consumaciones inconsumadas o que se consumieron antes de poder arder; cenizas antes del fuego. Encendedores que no se encienden, llamas que no ven nunca la luz.
Un enero de resaca. De arrepentimiento, de qué fue y por qué fue (o por qué no), de revivir, de cartas largas, de escribir, de tratar con todos ánimos de evitar el declive. De un 20 de angustias, de nervios, de noticias que por alguna razón me tocaba a mi decir, comunicar.
Y un silencio que vive hasta la fecha. Inactividad, pérdida de color, ausencia; dejaste colgados los temas, los roles, los personajes, las tramas, la historia. Había que empezar otra vez y lo peor, ni siquiera lo anunciaste. Nos hiciste creer a todos que volverías pero para qué, para qué volver si ya sabía. Nadie interpreta tan bien un personaje a menos que algo de él salga de sí. Las mentiras, los engaños, las cortinas verdes también te pertenecen pero no sé cómo nunca lo vi.
Un cuatro de felicitaciones, un mes después, un ocho de promesas, de respirar después de haber contenido por tanto tiempo la respiración.
No ha sido ni un mes, ¡ni uno, maldita sea! ¿Acaso soy tan fácil de olvidar? Hace cuatro meses querías dejarlo todo para venir a vivir tus pesadillas por un mísero agujero de luz, ¿qué cambió en cuatro meses?
Nunca te quise y sin embargo, te extraño. Nunca te quise, ni encontrar, ni mirar, ni besar y mírame, escribiéndote con sentimientos encontrados, esperando volver a tener la razón o de una buena vez, dejar de tenerla. Volverás, porque las cosas se acaban y a ti, especialmente, no te duran. Porque tus miedos aparecen con los meses, porque todo acaba. Porque espero que seas feliz, de verdad, en serio, como debe ser.
miércoles, 12 de junio de 2013
New eyes.
Dearest Deer,
Things have changed, it's weird. For the better.
It's nothing to do with your absence, which I resent. I had no opportunity to talk to you after the party, with dim and poor lights, I barely noticed you had left. I did, however, receive your letter the next day. Thank you for your oh so kind "Had to leave. Sorry." note. Very classy indeed.
Anyways, I did stay until late hours in the party and let me tell you, it got better in time. I saw so many things. People were so drunk, drinks spilling everywhere, silent and loud confessions of all kinds. Hatred, jealousy, love, anger... desire, envy. I may have been target of a few comments but dear, all I could do was laugh!
I do wish you had stayed but I understand, you can't.
I realize my inner strength, although it seems like yesterday when I felt so weak.
I haven't called you, even though I wanted to. I won't, if you wanted to know. You're free, chain less. Perhaps your eyes have stopped glistening but mine... it is so different from this side of the ocean. Things have changed. I am happier. Enthusiast, optimistic... words I barely believed in. I wish you could see but it is so sad to hear you're slowly growing blind. If you ever stop seeing, even enough to read this letter I know your people will help you, read it out loud for you.
I hope you are well and if you're feeling poorly, I hope someone will come across and help you. We are never alone, you see? It took me so long to understand.
Happy times lie not even ahead, but right here. With us, among us. If only you'll let them sail you away. I will, with the new pair of eyes I've got.
I hope you never give up yours.
Things have changed, it's weird. For the better.
It's nothing to do with your absence, which I resent. I had no opportunity to talk to you after the party, with dim and poor lights, I barely noticed you had left. I did, however, receive your letter the next day. Thank you for your oh so kind "Had to leave. Sorry." note. Very classy indeed.
Anyways, I did stay until late hours in the party and let me tell you, it got better in time. I saw so many things. People were so drunk, drinks spilling everywhere, silent and loud confessions of all kinds. Hatred, jealousy, love, anger... desire, envy. I may have been target of a few comments but dear, all I could do was laugh!
I do wish you had stayed but I understand, you can't.
I realize my inner strength, although it seems like yesterday when I felt so weak.
I haven't called you, even though I wanted to. I won't, if you wanted to know. You're free, chain less. Perhaps your eyes have stopped glistening but mine... it is so different from this side of the ocean. Things have changed. I am happier. Enthusiast, optimistic... words I barely believed in. I wish you could see but it is so sad to hear you're slowly growing blind. If you ever stop seeing, even enough to read this letter I know your people will help you, read it out loud for you.
I hope you are well and if you're feeling poorly, I hope someone will come across and help you. We are never alone, you see? It took me so long to understand.
Happy times lie not even ahead, but right here. With us, among us. If only you'll let them sail you away. I will, with the new pair of eyes I've got.
I hope you never give up yours.
viernes, 10 de mayo de 2013
Morir por siempre.
Hoy, al desayunar, nuevamente fuiste tema de conversación. Escuchar algo tan común como tu nombre de labios de otro me tomo desprevenida.
Hace tiempo que no pienso en ti de esa manera.
Pretextos. ¿Acaso son necesarios los pretextos? No. No muero sin ti. No moriré por qué jamás te tuve. Jamás te tendré. Y está bien.
Lo juro, ahora si.
Temporalmente eclipsaste mi mundo, iluminaste todo con un color diferente, como un lente que cubrió mi cámara, mi visión pero ya no es necesario desgastarme.
Hace días deje el lente detrás y ya no quiero ver más por él.
Siempre has sido libre y yo también, desde hace un tiempo nos queremos y te quiero también. Sin más, sin más.
No vuelvas a mi desayuno, no fingas más que eres mi futuro, no me hagas promesas que levanten el polvo y desaten el caos.
domingo, 31 de marzo de 2013
200.
¿Cómo es que las cosas nunca pueden estar en su mejor punto y mantenerse allí? Arriba, cerca del cielo, cerca del sol.
De día, todo se ve hermoso, despejado y alcanzo a ver las lejanías. Parece infinito, eterno y de alguna forma, mío. Pero no siempre es de día y en algún momento, el sol desaparece.
Y queda la sombra, la soledad, la oscuridad.
Yo solía gustar de la noche, me gustaba no poder distinguir nada en la oscuridad. De pie, con mis manos estiradas frente a mis ojos e inalcanzables a mi pobre vista. No tenía que enfrentarme a lo que no veía.
Y vivía con el corazón en un hilo, temeroso. Al menos me mantenía alerta, viva.
Ahora no. Existe el sol, cegador con su brillo, con su calor. Cuando hace calor, cuando disfruto la suave, apenas perceptible brisa acompañando el calor, temo por el frío que vendrá en la noche; el frío ataca, sin sentido, sin piedad.
¿Qué me has hecho? Te acercaste sin aparecerte en el espejo retrovisar, sin anunciarte, sin campanas ni desfiles, en silencio. Para cuando creí, calculé que llegabas... estabas ya a mi lado.
Y yo había pasado por desapercibido ese último momento en que te puedes salvar. No existen las salidas, solo un eterno laberinto sin fin, cuyo único comfort es que quizá en la próxima esquina, quizá la próxima cerrada, será mejor que la anterior.
Ahora estoy condenada a vivir corriendo, aunque solía detestarlo. Corre, corre porque has olvidado ya como detenerte y, ¿qué implica el detenerse?
Perderlo. Perder todo.
De día, todo se ve hermoso, despejado y alcanzo a ver las lejanías. Parece infinito, eterno y de alguna forma, mío. Pero no siempre es de día y en algún momento, el sol desaparece.
Y queda la sombra, la soledad, la oscuridad.
Yo solía gustar de la noche, me gustaba no poder distinguir nada en la oscuridad. De pie, con mis manos estiradas frente a mis ojos e inalcanzables a mi pobre vista. No tenía que enfrentarme a lo que no veía.
Y vivía con el corazón en un hilo, temeroso. Al menos me mantenía alerta, viva.
Ahora no. Existe el sol, cegador con su brillo, con su calor. Cuando hace calor, cuando disfruto la suave, apenas perceptible brisa acompañando el calor, temo por el frío que vendrá en la noche; el frío ataca, sin sentido, sin piedad.
¿Qué me has hecho? Te acercaste sin aparecerte en el espejo retrovisar, sin anunciarte, sin campanas ni desfiles, en silencio. Para cuando creí, calculé que llegabas... estabas ya a mi lado.
Y yo había pasado por desapercibido ese último momento en que te puedes salvar. No existen las salidas, solo un eterno laberinto sin fin, cuyo único comfort es que quizá en la próxima esquina, quizá la próxima cerrada, será mejor que la anterior.
Ahora estoy condenada a vivir corriendo, aunque solía detestarlo. Corre, corre porque has olvidado ya como detenerte y, ¿qué implica el detenerse?
Perderlo. Perder todo.
jueves, 14 de febrero de 2013
Be mine. Candy Heart.
I'm tired, exhausted. I no longer need to close my eyes to sleep, to dream but I need to in order to rest.
And I don't want to go to sleep without looking into your eyes.
I don't want to fight any longer, not against you. However, I can't quite easily give up fighting for you.
I am sick, and confused. You've made a mess of my mind but I'm afraid there's no cure for your illness. I am host of the most powerful virus, you.
I know your vision of the world and am flattered to know you find my special from the crowd.
It hasn't exactly been said by your mouth but I've known, all this time.
What else is there out there? When in your eyes, I'm pretty, I'm bright.
You make me shine, you make me smile and all I need is you tonight.
I'll keep fighting. I won't give up.
If your feelings for her were real, you wouldn't have kept it all this time.
So let me try, let me try.
Put your lips next, close to mine's.
All there is, right here, right now
is you and me, lover's in the night.
(A weird diary-poem-song; for you, my love.)
And I don't want to go to sleep without looking into your eyes.
Link. |
I don't want to fight any longer, not against you. However, I can't quite easily give up fighting for you.
I am sick, and confused. You've made a mess of my mind but I'm afraid there's no cure for your illness. I am host of the most powerful virus, you.
I know your vision of the world and am flattered to know you find my special from the crowd.
It hasn't exactly been said by your mouth but I've known, all this time.
What else is there out there? When in your eyes, I'm pretty, I'm bright.
You make me shine, you make me smile and all I need is you tonight.
I'll keep fighting. I won't give up.
If your feelings for her were real, you wouldn't have kept it all this time.
So let me try, let me try.
Put your lips next, close to mine's.
All there is, right here, right now
is you and me, lover's in the night.
(A weird diary-poem-song; for you, my love.)
domingo, 10 de febrero de 2013
Noveau.
No comprendo.
Huh, para ser honesta, jamás te he comprendido.
Y ahora menos.
He alcanzado ese punto que desde el principio temí pisar. La cima de la montaña, la vista perfecta de lo que creía paraíso.
Los resultados son poco agradables. Los frondosos árboles se han derrumbado, los extensos campos de flores ya se han marchitado, el mar cuyo sonido antes escuchaba se ve demasiado lejos y oscuro, turbio y perturbador, hasta un punto aterrador.
Todo lo haces tú. He dejado de escuchar tu dulce voz murmurar canciones, dejaste de escribirle poemas al cielo azul, al espumoso oleaje. Dejaste de convencerme de que sentía la brisa y la sal, que ahora descubro como hormigas reinas, rojas, enfurecidas sobre mi ardiente piel.
Entonces con firmeza las sacudo y con una última, triste mirada a aquella tierra, me despido. Te beso las dos mejillas de ser necesario y renuncio a todo, aceptando de brazos abiertos tu silencio.
Tu ausencia, tu desaparición.
Huh, para ser honesta, jamás te he comprendido.
Y ahora menos.
He alcanzado ese punto que desde el principio temí pisar. La cima de la montaña, la vista perfecta de lo que creía paraíso.
Los resultados son poco agradables. Los frondosos árboles se han derrumbado, los extensos campos de flores ya se han marchitado, el mar cuyo sonido antes escuchaba se ve demasiado lejos y oscuro, turbio y perturbador, hasta un punto aterrador.
Todo lo haces tú. He dejado de escuchar tu dulce voz murmurar canciones, dejaste de escribirle poemas al cielo azul, al espumoso oleaje. Dejaste de convencerme de que sentía la brisa y la sal, que ahora descubro como hormigas reinas, rojas, enfurecidas sobre mi ardiente piel.
Entonces con firmeza las sacudo y con una última, triste mirada a aquella tierra, me despido. Te beso las dos mejillas de ser necesario y renuncio a todo, aceptando de brazos abiertos tu silencio.
Tu ausencia, tu desaparición.
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